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Un cambio en el reglamento con el que vamos a perder todos

No Fun League (NFL). Una de esas frases geniales que tienen parte de razón pero nunca han sido ciertas. Muchos aficionados y analistas opinan que los propietarios se reúnen año tras año para hacer cambios en el reglamento que convierten la liga en más aburrida. La cuestión es que, por mucho que se empeñan, la frase sigue siendo falsa. La NFL es muy divertida. Divertidísima. Sobre todo porque tiene una capacidad increíble para mutar y reinventarse por mucho que pongan piedras en su camino.

Pero este año creo que se ha producido un cambio especialmente dañino. Esta vez no afecta a cuestiones de matiz, ni prohíbe celebraciones, ni siquiera corta los brazos de los defensores o da alas a los receptores, como pudo suceder en los últimos años en una tanda de cambios que fue especialmente polémica y que ya de por si ha cambiado la forma de jugar de los equipos, ahora mucho más volcados en el pase.

No, nada de eso. El cambio de este año entra directamente en el abecé del juego. Y como suele ser habitual, los Patriots están en medio. Otra cosa es que esta vez tengan culpa de algo más que de ser imaginativos.

El caso es que durante los playoffs, contra los Ravens y los Colts, los de Belichick sacaron puntualmente un paquete de jugadas en las que un receptor elegible se situaba abierto en la formación pero en posición de no elegible. A pesar de que los árbitros avisaron a la defensa y lo declararon no elegible, en el caso de los Ravens, y sobre todo en un drive decisivo del partido, esa formación causó estragos y se convirtió en determinante para el resultado final.

¿Fue algo tramposo? Ni mucho menos. Como os digo, fueron formaciones perfectamente legales. De hecho, John Harbaugh, entrenador de Baltimore, no se desgañitó porque fuera tramposa, sino por otros dos motivos concretos, y que apuntaban directamente a los árbitros. El primero fue que como los Patriots estaban jugando un ataque sin reunión, la defensa no tenía tiempo para ajustarse pese al aviso arbitral. El entrenador pedía que los referees impidieran el juego rápido de Brady cuando hubiera que avisar de formaciones especiales. El segundo motivo es que cuando un jugador elegible forma como no elegible, en la siguiente jugada no puede salir al campo como elegible. (Ya sé que parece un trabalenguas). En dos ocasiones los Patriots sacaron a Vereen como elegible de forma incorrecta y los árbitros no pitaron formación ilegal.

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Igual que en el segundo caso creo que Harbaugh tiene toda la razón, y los de Boston debieron ser penalizados, en el primero no entiendo la queja. Por un lado, el aviso arbitral de que un jugador elegible no lo es, podría considerarse un acto casi de cortesía. La defensa debería darse cuenta en cuanto viera a qué altura se sitúa el rival en cuestión. Por otro, Peyton Manning ha estado aprovechando durante años la rapidez de su no huddle, para provocar penalizaciones por doce hombres en el campo al iniciar la jugada cuando el rival aún no había terminado de hacer los cambios. Nunca nadie se ha quejado y personalmente siempre me ha parecido un lance bastante poco deportivo. Sorprende que Brady (que muy pocas veces ha buscado la penalización en no huddle como Manning) se aproveche de la velocidad en un solo drive para que tanta gente se eche las manos a la cabeza.

¿Pero cuándo es un jugador elegible? El asunto es sencillo y a la vez complejo, como todo en el fútbol americano. Por eso, además de los siguientes párrafos, que tal vez puedan ser algo farragosos, adjunto un esquema en el que quizá quede más claro. (IMAGEN 1)

Un jugador debe ser elegible por numeración y por ubicación. Los números elegibles van del 1 al 49 y del 80 al 89. Este año ha habido otro cambio de reglamento por el que los linebackers podrán tener numeración entre el 40 y el 49. Por mucho que he rebuscado, no he encontrado en qué puede afectar a su elegibilidad. Supongo que pasan automáticamente a ser elegibles. Si un jugador fuera de ese rango de números se alinea como elegible, el ataque debe avisar a los árbitros y éstos comunicárselo a la defensa. Es algo bastante habitual en el caso de los tackles ofensivos.

Si nos referimos a la ubicación, son elegibles los jugadores situados en los extremos de la línea de scrimmage. La línea de scrimmage no es lo mismo que la línea ofensiva. Está formada por todos los jugadores que están a la altura del center y tienen que ser al menos siete. Normalmente son los cinco de la línea y dos receptores, o un receptor y el TE. Aparte, el equipo de once atacantes lo forman el quarterback, los corredores que haya en el backfield y los receptores que forman en slot o en flanker. ¿Y en que se diferencian los receptores que están en la línea de scrimmage de los que se sitúan en slot o flanker? Pues en que estos dos últimos están un pasito más atrás. La línea imaginaria que marca qué jugadores están en la línea de scrimmage estaría en la cadera del center, y si no son elegibles en ningún caso pueden cruzarla si la jugada es de pase.

No sé si habéis entendido el trabalenguas. Para liar aún más la madeja, os pongo un ejemplo curioso que sería totalmente legal (al menos lo es en la NCAA, y creo que también en la NFL). Suponed que el snap lo hace un tackle en vez del center, que ese tackle sea declarado elegible si está en el extremo de la línea de scrimmage, y que el quarterback le lance el balón. Como veis, la capacidad de imaginar diabluras en el fútbol americano es casi infinita.

Sebastian Vollmer felicita a Nate Solder por conseguir un touchdown de recepción contra los Colts tras ser declarado como elegible. La OL de los Patriots hizo una piña.
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Sebastian Vollmer felicita a Nate Solder por conseguir un touchdown de recepción contra los Colts tras ser declarado como elegible. La OL de los Patriots hizo una piña.Getty Images/AFPJared Wickerham

Por eso sorprende tanto que los propietarios hayan cortado las alas a McDaniels, un niño encantado de inventar sueños imposibles con cruces y redondeles como haría cualquier chaval con un Mecano. Mientras escribía me acordaba de la película ‘Lego’ que estrenaron el año pasado y que os recomiendo. ¿Por qué seguir el mismo camino que todos? ¿Por qué no inventar algo nuevo?

Y más si el invento es escrupulosamente legal en cualquier categoría de fútbol americano. Si un jugador forma en la línea de scrimmage sin estar en su extremo, no es elegible simplemente por ubicación por mucho que lo sea por numeración. Cualquier defensa debería verlo y además los árbitros tienen la cortesía de anunciarlo. También es cierto que dentro del campo la situación de cada jugador, un paso delante o detrás, no es tan sencilla de apreciar como con la toma televisiva alineada con la línea de scrimmage, pero creo que una defensa tendría todos los datos necesarios, y más con la experiencia de los últimos playoffs, para estar sobre aviso si este tipo de formaciones volvía a aparecer.

Por eso me sorprende esa decisión salomónica, y bastante aburrida por parte de los propietarios, prohibiendo que cualquier jugador no elegible forme separado de la línea ofensiva. Tendrá que estar ahí, hombro con hombro con el tackle de turno. Eso significa que, directamente, se prohíbe sin prohibirla. Los niños soñadores que nos divierten con sus diabluras se han quedado sin un juguete. “Los niños oyen, ven y callan, y hablan cuando mean las gallinas”. Y punto. Pero como ya han dicho algunos entrenadores, eso terminará afectando a algunas formaciones de equipos especiales, que pasarán directamente a ser ilegales.

Así que esos señores aburridos que un día decidieron comprar un equipo de fútbol americano, han tomado una decisión influenciados por un comité de expertos al que pertenecía curiosamente el manager general de los Ravens, Ozzie Newsome, con lo que han conseguido empobrecer el juego, cerrar la puerta a una serie de soluciones imaginativas que podían nacer a partir del invento de McDaniels, y entrar como elefantes en una cuestión básica de reglamento.

No Fun League. Por mucho que lo intenten no van a conseguir que el fútbol americano deje de ser el deporte más divertido del mundo, pero mira que están empeñados en conseguirlo.