Tiger y Sergio se cruzan en el partido de la discordia

La tercera jornada del Masters de Augusta ha deparado un partido muy morboso. Tiger Woods y Sergio García se cruzarán en el National después de una intensa historia de desencuentros. Todo comenzó en 2013 en The Players, cuando Sergio consideró que el Tigre le había molestado en un golpe en el partido que jugaban juntos. "No disfruto jugando con él, no hace falta ser ingeniero para verlo", decía el de Borriol, que semanas más tarde dio un patinazo en la cena del BMW al decir: "Le invitaré a cenar cada noche y serviremos pollo frito". El comentario es considerado racista en EE UU y Sergio pidió perdón a Woods, que respondió: "Sólo espero que las disculpas sean sinceras".

Desde entonces se cruzaron sólo una vez en 2013 y nunca más han vuelto a verse las caras. Hubo una reconciliación, pero se sabe que la relación entre ambos es fría, casi inexistente. También es cierto que, pese a lo que relatan los medios americanos, la tensión ha bajado mucho, aunque los miles de aficionados que seguirán el choque en Augusta la pueden hacer crecer. Sergio apaciguaba los ánimos en Twitter: "Esto es algo que tenía que pasar tarde o temprano. Juego con Tiger Woods, pero no es preocupéis chicos, seguro que estaremos bien. Él y yo no somos puede que no seamos los mejores amigos pero nos tenemos respeto. Disfruten de buen golf". Los dos marchan en la tabla en -2, a 12 golpes del líder Jordan Spieth. Habrá tensión. ¿Cuanta? A las 19:15 lo veremos.