ESQUÍ Y GOLF
Lindsey-Tiger: cara y cruz en sus regresos a la competición
La esquiadora ganó el descenso de Lake Louise (Canadá) al segundo día de su reaparición. El golfista fue último en su torneo, a 26 golpes del líder.
Tras un complicado año en el gimnasio recuperando en pareja sus lesiones, Lindsey Vonn y Tiger Woods regresaron esta semana con resultados bien diferentes. El rostro alegre fue el de la esquiadora, que ganó el descenso de Lake Louise (Canadá) al día siguiente de haber reaparecido con un octavo puesto. “Encontré el ritmo y cogí confianza. Quiero velocidad”, contó la de Vail, de 30 años, que no vencía desde el 26 de enero de 2013, poco antes de destrozarse la rodilla en Schladming (Austria). Recayó, se perdió Sochi y ahora... “¡No puedo sentirme mejor!”, decía.
A 3.800 kilómetros de distancia, en Isleworth (Florida) su amado Tiger tuiteaba con gesto más serio: “Yo compito y Lindsey gana”. El Tigre no salía a un tee desde agosto (PGA Championship) debido a su maltrecha espalda. Y toda la semana penó por seguir en liza en su torneo, el Hero Challenge, donde jugó con fiebre e inflado de antibióticos. Llegó a vomitar en el campo. “No ha sido nada fácil, pero me gusta competir. Y si puedo hacerlo, lo hago”, reivindicaba Woods, de 38 años. Pese al esfuerzo, fue último (salvó el par) a 26 golpes de Spieth, el ganador.
Hace unos días, Lindsey elogió la importancia de Tiger en su regreso a la alta competición: “Nuestra rehabilitación ha sido en un momento similar. Hemos tirado el uno del otro y en ese sentido nuestra relación es muy positiva. Nos servimos de inspiración mutua”. Está claro que el idilio ha reimpulsado a la cima a Vonn en la estación ya conocida com Lake Lindsey. Lo de Tiger siembra más dudas...