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GOLF | PGA CHAMPIONSHIP

McIlroy se lleva el segundo PGA en el anochecer de Valhalla

El major se retrasó por una fuerte lluvia, pero el norirlandés lo ganó por segunda vez y conquistó el cuarto grande de su carrera a los 25 años.

Rory McIlroy, con el Wanamaker.
Rory McIlroy, con el Wanamaker.DAVID CANNONAFP
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Rory McIlroy sabe ganar de todas las formas posibles. El British lo dominó como un frontrunner (yendo en cabeza), el Bridgestone se lo llevó remontando y anoche se impuso en el PGA Championship en Valhalla, el último major del año, mezclando las dos formas anteriores y añadiéndole el factor sufrimiento e incluso con prisa al final. El norirlandés salía del tee del 1 con casi una hora y media de retraso por la tromba de agua que cayó en Louisville (Kentucky). Y no le sentó nada bien. Arrancó aturdido, con dos bogeys en el tres y en el seis.

Clasificación

1. Rory McIlroy (IrN), -16 2. Phil Mickelson (EE UU), -15 3. Rickie Fowler (EE UU), -14 -. Henrik Stenson (Sue), -14 5. Jim Furyk (EE UU), -12 -. Ryan Palmer (EE UU), -12 ... 36. Sergio García, -3 59. Gonzalo Fernández-Castaño, par 74. Rafa Cabrera Bello, +10

Mientras tanto, en el partido anterior, Fowler y Mickelson, dos íntimos amigos estadounidenses, se aliaban para atacar al número uno desde lejos, a base de birdies. Hasta tres golpes (llegaban a -14) le sacaron a McIlroy, que parecía descartado en -11. Stenson también se apuntaba a la fiesta de desafiar a Rors. El gesto del norirlandés se descomponía y su putter fallaba golpes poco habituales en él. Respiró con birdie en el 7 y sus esperanzas pasaban por brillar con el drive en el hoyo 10 (par 5). Y ahí resurgió el genio. Con dotes de superhéroe y tirando de su palo más largo, embocó un eagle que le devolvió a la vida y a la lucha por el trofeo Wanamaker. Otro birdie en el 13 le puso en el grupo de cabeza.

Pero la tensión aumentaba por la llegada del atardecer a Louisville y las largas esperas a las que Fowler y Mickelson sometían a McIlroy, tan rápido en su rutina como en la velocidad de sus golpes. Su gesto se crispaba, denotaba hasta cierto enfado. Su némesis americana Fowler (tiene la misma edad y apunta también alto) hacia bogey en el 14, el Zurdo de San Diego, en el 16, y Stenson también se perdía. Rory no. El segundo PGA Championship se ponía definitivamente de cara para McIlroy en el 17 cuando, con muy poca luz, embocó un birdie que le dejaba con dos golpes de ventaja sobre sus rivales. Quedaba el susto final. En el 18, en plena penumbra, pegó su drive precipitadamente, sin dejar que los americanos dieran su segundo golpe, y la bola fue a parar muy cerca del agua. Miró y dio un fuerte suspiro para en el green hacer el putt de par que le da el segundo Wanamaker de su vida a los 25 años (lo ganó en 2012). Cuando levantó la copa, ya de noche, acabó la tensión... Vino la sonrisa. 

Es el tercer torneo seguido que gana McIlroy (-16) después de British Open y Bridgestone y al cuarto de siglo de vida suma ya cuatro majors, algo que después de 1934 (cuando nació el Masters) sólo habían hecho Tiger Woods y Jack Nicklaus. Su reinado parece no tener límite y ya se habla de era. “Ha atado todos los cabos y ha nacido un gran jugador. Este es su momento”, contaba Graeme McDowell, su amigo y presumiblemente su pareja en la Ryder Cup de Gleneagles. Es su próximo desafío.

Mickelson fue segundo (-15) y Fowler (-14), tercero, conformándose con ser el único hombre que ha hecho top-5 en los cuatro majors de 2014, pero sin ninguno en sus vitrinas. El superhéroe batió a su némesis. Sergio García acabó 36º, con -3, Gonzalo Fernández Castaño en el par y Rafa Cabrera Bello concluyó con +10.

Resultados completos.