La sincronizada gana fuerza ante el reto de los Europeos de Berlín

Serán más fuertes y más técnicas e igual de artísticas e innovadoras. El equipo de sincronizada abrió ayer su cuartel general a dos semanas del estreno en los Europeos de Berlín, donde aspiran a lograr cuatro medallas (el oro en el combo y tres platas en solo, dúo y equipo) y a mantener su estatus ante el auge de Ucrania. El equipo de Esther Jaumà presenta novedades. La más notoria, el cambio en el dúo: será Paula Klamburg y no Marga Crespí quien acompañe a Ona Carbonell. “Nos hemos visto obligadas”, apunta Jaumà. “Marga se operó en septiembre y estuvo seis meses de baja”, añade. “Cuando logré la medalla en Londres 2012 era lo máximo, pero esto lo supera. No puedo aspirar a más”, apuntó Klamburg.

Técnica. El dúo será más flexible y plástico, menos explosivo que con Marga. Aunque para compensarlo, el equipo ha mejorado la preparación física y la técnica. El reglamento a la hora de puntuar las coreografías ha variado: ahora se premia más la técnica y la dificultad del ejercicio. Por eso, Ona se ha sometido a un entrenamiento de fuerza, que le ha hecho ganar músculo. “Estoy más fuerte y puedo aguantar las rutinas”, dijo. La capitana del equipo nadará todas las pruebas menos “el equipo técnico”, según Jaumà. La seleccionadora introduce dos novedades, las de Clara Camacho y Sara Gijón. Y cambia las rutinas del dúo (una coreografía será sobre el paso del tiempo y la otra con una música más electrónica) y la de equipo libre (una rutina marchosa).

Ya no quedan coreografías de la anterior etapa encabezada por Anna Tarrés.