España se impone a Hungría por 8-9 y se mete en otra final

Lo hicieron otra vez. La Selección femenina de waterpolo derrotó a Hungría en otra semifinal (8-9) y el sábado disputará su tercera final en tres años. En esta ocasión, la del Europeo, que para más tristeza húngara se celebra en Budapest, en la piscina de la Isla Margarita. La Catedral de este deporte se engalanó para terminar silenciada por el “sí, se puede” de los españoles presentes en las gradas, que después festejaron junto a las jugadoras otro éxito de la generación de oro del waterpolo femenino. 

Como ocurre en todos los Hungría-España hubo igualdad, tensión, dureza y un fin de fiesta español. Las de Oca se impusieron gracias a su extraordinaria defensa, solidaria de principio a fin, tapando a las mejores lanzadoras húngaras. Y gracias, también, a Maica García. La fantástica boya española anotó cuatro goles y fue determinante en los momentos en los que España se sentía más bloqueada en ataque. 

Pareja y Espar, que hasta las semifinales se habían prodigado poco en ataque, empezaron goleando y poniendo por delante a las de Oca (0-2). El técnico no abandonó tampoco las gafas de sol: es superstición en este campeonato. Espar marcó un golazo y llevo el tempo del partido: su calidad y su toma de decisiones guió a la Selección. Pero Hungría no se hunde nunca, siempre se mantiene a flote y empató (2-2) antes del final del primer cuarto. El choque iba a oleadas, con dos grandes defensas, la húngara intentando cerrar a Maica. Pero la boya tiene múltiples recursos y anotó tres goles en el segundo cuarto (5-5). Hungría se ponía por delante pero España nunca se vino abajo por mucho que, en esta ocasión, Tarragó o Laura López no estuvieron tan acertadas en ataque. Se llegó al descanso con igualdad máxima y con sensaciones idénticas en ambos equipos. 

Pero el tercer parcial fue el de las de Oca. Cada ataque era gol. Maica, Pareja de penalti y Pili Peña en un gran reverso ponían el 5-8 en el marcador. España puso el ataque en ese parcial en el que Bujka y Cziganyi acortaban distancias (7-8). Un paso más de las españolas hacia la final antes de entrar en el último cuarto, siempre decisivo cuando ambos equipos se enfrentan, aunque en esta ocasión no cambió el panorama. 

España demostraba más entereza e ideas en ataque. Su gran defensa (acabó con tres jugadoras expulsadas), que convirtió a las jugadoras españolas en lapas, inutilizó a las lanzadoras húngaras y a la boya Bujka, autora de dos goles, pero sin ser determinante. Laura López, en un ataque en superioridad, aprovechó el gran pase de Espar para marcar el 9-7. Quedaban cuatro minutos. Hungría se sintió presionada, España no bajó el pistón en defensa, pero sí en ataque, donde la luz se tornó en sombras.

El marcador no se movía. Ni España sentenciaba ni Hungría se acercaba. Hasta que Kesztheli, la mejor jugadora magiar con cuatro goles, anotó el 8-9. Quedaban 22 segundos. Un imposible para Hungría que vio como el partido se consumía en las manos de Espar, por las que pasó buena parte de los ataques y de la victoria de una España que sigue haciendo historia.

El rival español saldrá del choque entre Holanda e Italia. Ambos equipos pueden ganar a la Selección en un partido, aunque estas guerreras se están acostumbrando a salir con el oro de todo lo que juegan.