GOLF | OPEN DE ESPAÑA
Sergio supera el jet-lag y el veterano Jiménez vive la vida
Los dos españoles acabaron (-3) a sólo un golpe del líder, Eddie Pepperell, en la jornada inaugural del Open de España. También brilló Cabrera-Bello.
Sergio García y Miguel Ángel Jiménez, los dos primeros espadas nacionales, tienen formas distintas de ver la vida, pero a los dos les valió para firmar una brillante jornada inaugural del Open de España con una vuelta de 69 golpes (-3). Ambos están a sólo uno del líder Eddie Pepperell, un británico hincha del Chelsea que dominó el PGA Catalunya de Caldes de Malavella (Girona).
Sergio pasó una mala noche debido al jet-lag que traía de jugar el The Players en Florida, donde fue tercero."Dormí poco por el cambio horario y mi swing no estaba espectacular, no me vi tan fino como la semana pasada, sin embargo estoy contento con el resultado en un campo que no es nada fácil" y que se postula como candidato a la Ryder 2022.
Jiménez, que nunca ha ganado el Open de España en sus 26 participaciones, veía su vuelta de otra manera. "He comprado papeletas para el sorteo", decía el Pisha, recién casado y llegado de vacaciones, mientras se encendía su puro de la victoria y contaba como ha visitado cada noche los mejores restaurantes de Girona.
"No me ha sentado mal el descanso. Llevo dos días cenando por aquí, ayer tomé una raya espectacular, acompañada de vino blanco de Ronda en Playa de Haro", bromeaba el Pisha al que esta noche le espera Els Tinars de Llagostera del "amigo Eduardo". Pero, reafirmó su dualidad "buena vida-trabajo". "Eso sí, a las 6:15 de la mañana estoy en el gimnasio por si queréis venir a verme".
El otro español que firmó un gran inicio fue Rafa Cabrera-Bello, que lleva una temporada muy completa en la que está faltando rematar con una victoria. "Mientras siga llamando a la puerta, tarde o temprano se abrirá", relató el canario, en el mismo partido que Paul McGinley. "He jugado con él dos veces y me ha ido bien. No sé si me motiva especialmente, pero me da suerte". El irlandés toma nota del buen hacer de los españoles en Caldes de Malavella.