Los caballos volverán a galopar por la Castellana tras 82 años

La tonadilla ha llegado hasta nuestros días: “¿Dónde vas, Alfonso XII? ¿Dónde vas, triste de ti?”. Era el homenaje popular a la aflicción del entonces Rey por la prematura muerte a los 18 años de su esposa María de las Mercedes de Orleans, sólo cinco meses después de su boda en enero de 1878. Con motivo de los fastos por el matrimonio se construyó el Hipódromo de la Castellana, que acogió competiciones hasta 1932. Ese mismo espacio es ocupado ahora por los Nuevos Ministerios, lo que no será obstáculo para que el próximo 11 de mayo, casi 82 años después, los caballos vuelvan a galopar por la Castellana.

No se conocen todos los detalles porque el evento será presentado hoy por la alcaldesa Ana Botella, pero sí se saben ya bastantes cosas. El Ayuntamiento de Madrid y el Hipódromo de La Zarzuela organizarán ese domingo exhibiciones entre los Nuevos Ministerios, en homenaje a su antigua ubicación, y un punto más allá del Estadio Santiago Bernabéu, que será testigo de las galopadas.

Las carreras se disputarán sobre una pista montada con toneladas de arena y fibra para emular las mismas condiciones que hay en los hipódromos. El volcado se hará sobre una tela geotextil que se colocará en primer lugar para evitar la filtración de tierra en el asfalto.

El Ayuntamiento dio el visto bueno a la iniciativa, pero puso la condición de que la pista se probara antes. Y así se hizo con una recreación en una recta de 200 metros preparada en las propias instalaciones del hipódromo. En la Castellana será más de un kilómetro.

La idea partió del Hipódromo de La Zarzuela dentro del plan que denomina Open HZ. “Un ambicioso proyecto de renovación de la oferta de ocio del recinto madrileño que incluye propuestas culturales, musicales y gastronómicas”, según se explica en la convocatoria de hoy. El evento se llamará Halcón Viajes Madrid Urban Turf. Y además de la empresa de Juan José Hidalgo contará también con el patrocinio de BMW.

El turf se acercará así a los madrileños, que de paso conocerán un pellizco de su historia, de aquel viejo hipódromo que acogió a la aristocracia y la alta burguesía de la ciudad. El recinto no sólo albergaba carreras, sino también partidos de fútbol y competiciones aéreas. El 26 de junio de 1932 se celebró la última carrera de caballos: un Gran Premio de Madrid. Luego, el Gobierno de la II República ordenó su derribo al encontrarse en una zona de expansión de la ciudad. La Zarzuela tomó el relevo en mayo de 1941, después de que sus obras quedaran paralizadas en 1936 por la Guerra Civil.