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BOXEO | MUNDIAL SUPERGALLO FIB

Kiko Martínez toca el cielo en Elche: KO a Mathebula

Un gancho en el noveno deja el Mundial supergallo FIB en casa. Frente al 1,80 del africano, Kiko (1,65) le rompió por abajo. “Nos veremos por el camino”, avisó a Frampton y Quigg.

Elche
Kiko Martínez toca el cielo en Elche: KO a Mathebula
DIARIO AS
AStv

Kiko Martínez sintió en Elche, su ciudad, la admiración que hace fuertes a los héroes antes de la batalla. Y se fue a la guerra como un valiente. El Esperanza Lag, con más de 3.000 personas, coreaba su nombre y esperaba espectáculo en la primera defensa del Mundial supergallo de la FIB. Y su particular superhéroe se lo agradeció dejando el cinturón en casa.

Un gancho abajo en el noveno round fue la culminación que hizo hincar la rodilla a Jeffrey Mathebula. Fue una explosión, como las que acostumbra el púgil de 27 años desde que comenzó como un pequeño Tyson blanco fulminando rivales. Ahora, su palmarés luce con 30 victorias, con 22 KO’s, y sólo cuatro derrotas. Las puertas están abiertas hacia la fama y los dólares.

Javier Castillejo, el boxeador más grande que ha dado España, le marcaba el guión a gritos desde la primera fila: “¡Abajo, rápido arriba y cintura!”. Frente al 1,80 m de Jeffrey Mathebula, había que comenzar el desgaste por el sótano. Y Kiko (1,65), el chico que sueña con ser estrella al otro lado del charco y se aplica en ello, seguía al pie de la letra las instrucciones. Buceó para luego nadar. Era también la pauta que Pablo Sarmiento le había marcado desde su esquina.

Carl Frampton, Scott Quigg y Cardenal, en las sillas de ring

En el ringside destacó la figura de Carl Frampton, tocado con un gorrito de Papá Noel. La grada la tomó con el invicto norirlandés, que arrebató el Europeo a Kiko en febrero en Belfast. “Quiero que gane Kiko para volver a medirme con él. Hay cuentas pendientes”, decía. También asistió Scott Quigg, campeón de la WBA. “Sería un honor hacer un combate de unificación”, aventuró. Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, se acercó a Elche, en un gesto que agradeció el boxeo. Javier Castillejo, el español con más Mundiales, dio apoyo a Kiko.

En el cuarto asalto, con Kiko presionando hacia el rincón, acorralando a la Mangosta y neutralizando así su alcance, llegó una combinación explosiva. Un crochet final con denominación de origen de Torrellano, del chico que de pequeño revoloteaba por los Recreativos Betis que regentaba su padre, casi da en el suelo con el excampeón mundial de 34 años. Con el hombre que había aguantado en pie doce asaltos a Nonito Donaire.

Sergio Maravilla Martínez, campeón del medio CMB y mentor del alicantino, también se desgañitaba desde abajo. Saltaba como un resorte. “¡No quiere, Kiko. No quiere!”. Le alentaba cuando veía que el sudafricano reculaba y su pupilo pisaba y pisaba terreno. Comía y comía centímetros a Mathebula, que no sabía cómo hacerle daño. Su estrategia era aguantar y esperar. Pero no le sirvió. Todos los asaltos cayeron del lado de Kiko, hasta que llegó el gancho mágico. “Que no se olvide esto en la historia del deporte español”, soltó Kiko mientras tocaba el cielo. “Nos encontraremos en el camino”, les advirtió a Carl Frampton y a Scott Quigg. El único campeón del mundo español sigue en lo más alto. Ya saben todos quién es Kiko.