Sergio García pierde fuelle y Tiger Woods asoma la cabeza

Sergio García parecía haber firmado la paz con el Masters de Augusta (torneo que nunca le fue benévolo) tomando la cabeza en la jornada inaugural con 66 golpes y juego exquisito. Pero la segunda le devolvió a la realidad. Le mostró que aquello sólo había sido una tregua, que su conflicto con el National sigue vivo, como demostraron los 76 impactos que hizo ayer.

Para comenzar, el campo del que Sergio ha dicho “no es mi lugar favorito” le recibió con un chaparrón. En medio de la lluvia, el de Borriol hizo dos bogeys seguidos (en el 3 y en el 4). Y una vez su caddie cerró el paraguas mandó la bola hasta tres veces al agua. Final en +4 y ningún birdie en un día aciago. Sergio se quejaba: “Es injusto este resultado. Le estoy pegando bien a la bola”. Con su brillante juego es con lo que debe quedarse el de Borriol porque sigue cerca de la cabeza (-2) y, si gana la batalla al National en los dos próximos días, optará a todo igual que Gonzalo Fernández-Castaño, que ayer tampoco lució. Ambos van igualados en la tabla y el madrileño dará guerra como soñaba (“ojalá pueda estar en la pelea ”, dijo).

Quien ha puesto la marcha directa hacia la quinta chaqueta verde es Tiger Woods. Superada la ansiedad de la jornada inicial, el Tigre sabe perfectamente qué debe hacer: “En este campo es fundamental la paciencia”. Y así se le vio no arriesgar en los pares 5, aprovechando las oportunidades de birdie. Llegó a ir líder, aunque un desafortunado golpeo a la bandera del 15 hizo que la bola se fuese al agua. Un tripateo en el 18 le llevó a terminar en -3, pero Tiger da un aviso: está preparado para ganar.

El líder del torneo es Jason Day, de 25 años, que puede acabar con la maldición australiana en Augusta. Ningún jugador del país oceánico ha ganado el Masters. Sigue deslumbrando el veterano Fred Couples, a sus 53 primaveras. El estadounidense está en -5 y también se apunta a la pelea del fin de semana. Como Rory McIlroy, que se mantiene en -2. Hoy, sábado. El día de movimiento en el que Sergio García despejará la duda de si vive en guerra o en paz con el National.