McIlroy, Tiger y Donald: partido estelar lleno de dudas en Doral

El partido estelar del Mundial Cadillac de stroke-play es una locura llena de alicientes. En él participan Rory McIlroy, Tiger Woods y Luke Donald, o lo que es lo mismo los número uno, dos y tres del mundo que no llegan en su mejor momento al terrorífico campo Blue Monster de Doral (Miami). Para McIlroy este 2013 son todo inconvenientes. Ha jugado tres torneos y en uno no pasó el corte, en el match-play fue eliminado en primera ronda y la semana pasada en el Honda se retiró por un dolor de muelas que no todos creen.

El motivo de los males de Rory McIlroy podría estar en el cambio de palos. El norirlandés ha confesado “que se está adaptando al nuevo material”, pero el problema parece ir más allá. De momento, ya ha pedido perdón por borrarse del Honda (“No debí marcharme. Me molestaba, pero no lo suficiente para irme. Mi cabeza no estaba”, dijo). Y desvela una novedad en su juego: “Estoy tratando de cambiar mi swing, pero no para que sea diferente, sino para volver a donde estaba”. Este Cadillac es su cuarto examen y para él, además de a cambios técnicos, ha apelado a viejos principios: “He tenido que recordar que empecé en el golf porque lo amo. Y realmente lo hago”.

No parece mucho más fino Tiger, que comenzó con una esperanzadora victoria en Torrey Pines (su octavo título allí). Pero después… todo muy discreto. Aunque para el Tigre, el Cadillac es un talismán. Se lo ha llevado seis veces y parece tener tomada la medida a un campo, el de Doral que desde el lunes cambiará de cara porque el multimillonario Donald Trump quiere reformarlo. El exnúmero uno del mundo Luke Donald es el tercer hombre del partido. Aunque ganó en 2012 tres torneos (Dunlop, BMW y Transitions) está lejos de ser el golfista que deslumbró al planeta en 2011 llevándose la lista de ganancias de Europa y Estados Unidos. Ha contratado a Michael Jordan para que le ayude en el plano psicológico.

Junto a ellos estarán los 62 mejores jugadores del ránking mundial entre los que se encuentran Justin Rose, ganador el año pasado, y los españoles Rafa Cabrera Bello, Gonzalo Fernández-Castaño y Sergio García. El de Borriol está fino en su juego, aunque no pudo demostrarlo en el Accenture de match-play porque acabó con él Matt Kuchar, que a la postre sería campeón. En el Blue Monster de Doral, que comenzará a ser remodelado en cuanto acabe el torneo, tiene oportunidad de enseñar su verdadero nivel.