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Engels correrá hoy su 365 maratón consecutiva
'Marathonman' remata en Barcelona el reto de una al día en un año
Cornellà de Llobregat (Barcelona), el pasado 31 de enero. Una pequeña carpa, un hinchable que hace de salida y meta y muchos curiosos alrededor preguntando qué pasa. Junto a la carpa, un hombre en chándal con el apodo de Marathonman. Se llama Stefaan Engels, el belga que el 6 de febrero del pasado año inició en Gante un desafío casi increíble: correr 365 maratones en un año, una al día.
Mientras realizaba su calentamiento para el que fue el maratón número 360, un grupo de jóvenes se acercaron y preguntaron: "¿Podemos correr con él?". La respuesta es afirmativa porque Engels lo hace para animar a todo el mundo a practicar deporte.
Ha elegido Barcelona para realizar sus últimas seis maratones que hoy, a partir de las 10:00, completará corriendo la número 365 en el Parc Natural de Collcerola. Para mucha gente el desafío de este belga de 49 años a quien, cuando tenía 12, le diagnosticaron asma y un 30 por ciento menos de capacidad pulmonar, puede parecer una locura, pero a los 25 años decidió rebelarse y empezó a correr. "Primero un kilómetro, luego cinco y después una maratón. Llevo 25 años corriendo largas distancias y necesito retos, así que en 2008 completé 20 triatlones de larga distancia en un año, que también es récord en el Guinness", explica.
Su filosofía de vida es clara: "Creo en mí mismo y me gustan los nuevos desafíos. Por eso corro estas maratones y mi mensaje es que si uno cree en sí mismo, puede lograr cualquier reto que se plantee".
4 horas y media.
Engels aclara que no trata de batir tiempos. Y explica su método: "Corro mis maratones a un ritmo lento de 4 horas y 20 o 30 minutos. Esto significa una frecuencia cardíaca lenta (100-120 pulsaciones). Pero mi frecuencia cardíaca ya es lenta por naturaleza y soy capaz de mantenerla incluso cuando estoy corriendo durante horas. Es el resultado de muchos años de práctica".
No es la primera vez que pisa España durante su desafío. "He estado cuatro meses en este país y en lugares diferentes, con situaciones muy distintas en cada maratón. Recuerdo que corrí en Barcelona bajo la nieve en marzo del año pasado y en Sevilla lo hice con 43º".
Mareos.
También ha recorrido otras partes del mundo. "El peor de todos fue el de México, porque lo hice a 2.000 metros de altura, tuve problemas de respiración, me dolió mucho el estómago, y tuve mareos", recuerda de manera especial.
Va a explicar sus vivencias en el libro Marathonman, aunque reconoce que es un desafío que "jamás" repetiría. "No tanto por lo que sufre el cuerpo, sino por lo duro que es afrontarlo mentalmente y porque psicológicamente merma mucho. No volvería a hacerlo, pero estoy muy contento de haberlo logrado".
No se plantea más retos... por ahora. "El médico me ha dicho que durante unas semanas debo correr unos 100 kilómetros para irme desacostumbrado al esfuerzo que he realizado en este año. Estaré en el maratón de Barcelona en marzo, pero sólo por puro placer".