Heras y serás

Ciclismo | Vuelta a España. 6ª etapa

Heras y serás

Heras y serás

jesús rubio

El salmantino da media estocada a la Vuelta. Sólo resiste Menchov

Roberto Heras es un ciclista magnífico, probablemente mejor de lo que piensa. Si tuviera más confianza en sí mismo no hubiera sido gregario de Armstrong tres años y habría superado el complejo que le asalta cada vez que llega al Tour. Si tuviera más fe en sus posibilidades habría ido ya a la conquista del Giro, pues el ciclista español, por muchos triunfos que acumule en casa, no forma parte del imaginario popular hasta que no gana una gran carrera extranjera. Así somos.

Heras no encuentra adversarios de talla en la Vuelta porque la mayor parte de los corredores que podrían luchar por el triunfo acuden (si es que acuden) totalmente relajados, sin presión alguna y con la temporada cumplida. El asunto es más sangrante en los extranjeros, que se presentan por puro compromiso. Sólo así se explica que un candidato como Landis se bajara ayer de la bicicleta o que una figura como Simoni, ganador de dos Giros, admita sin rubor, año tras año, que su único objetivo es conseguir una victoria de etapa. Personalmente, me parece impresentable que una estrella como Botero justifique su penoso rendimiento (perdió 15:33) con la excusa de que está preparando la contrarreloj del campeonato del mundo.

Heras es el único jefe de filas, nacional o foráneo, que siente la derrota como el fracaso de una temporada, y eso vale también para su equipo. Así se explica lo que ocurrió ayer.

La etapa fue dura y movida, rapidísima, en apariencia descontrolada, pero dominada en todo momento por el Liberty, que en la última subida pasó descaradamente a la acción, sin disfraces. Beloki primero y Serrano después tocaron el tambor en cabeza y fueron descolgando corredores, incapaces de seguir el ritmo. Por cierto, muy digna la entrega de Beloki en favor de Heras. Se quedaron, entre otros, Joaquín Rodríguez, Sevilla y Aitor González, que terminó por ceder 4:01 y salvo milagro se despide de una Vuelta que estaba hecha a su medida. A su medida física, no espiritual.

Después de capturar a los fugados, sólo se mantenían en cabeza, tirados por Scarponi, Heras, Menchov, Mercado, Mancebo, Sastre, Carlos Gª Quesada, David Blanco y Mercado. Ahí está el podio. Y la honra.

Definitivo.

A tres kilómetros de meta llegó lo cantado: Heras lanzó un ataque violento. Sólo lo resistió Menchov, el ruso que nos intriga. Tiene eso tan difuso que se conoce como clase y que permite a sus portadores sufrir con hermosura. Sé que suena raro. Será un buen enemigo.

Pero hace falta más que clase para doblegar a Heras en la montaña. El tricampeón acabó por escaparse y se presentó solo en la meta. No levantó los brazos, ni estalló de alegría. Apretó el puño y lo agitó, como si fuera a lanzar los dados. Fue el gesto de quien no se siente héroe, sino profesional. No hubo gloria, fue eficacia.

Heras es el nuevo líder y Menchov le sigue a seis segundos. La clasificación nos presenta un panorama mucho más emocionante que la cruda realidad.

Manolo Saiz "Tiene la medida bien tomada"

El equipo ha estado muy bien y Heras, muy seguro de sí mismo. No es tan extraño que Roberto rinda tanto en la Vuelta y no en el Tour. También Simoni ha ganado dos Giros y no funciona en el Tour. Los rivales y los puertos son diferentes y Heras le tiene tomada la medida a la Vuelta. La afronta con gran confianza, sabedor de que siempre se le da bien y de que tiene un equipo fuerte y con las ideas claras. Todos van a trabajar para él. Hoy ha dado un buen paso, pero aún quedan quince etapas llegar a Madrid".