La Covatilla se estrenó en la Vuelta hace dos años con el triunfo de un ciclista de la tierra, el bejarano Santi Blanco, pero la atención no la acaparó él, sino la atípica subida de Martín Perdiguero, entonces en el Domina Vacanze, que trabajó junto a sus compañeros Rubén Lobato y Santos González para Roberto Heras.

Aquella actitud de Perdiguero se tradujo como una traición a su amigo Aitor González, que pujaba por la Vuelta con Heras. Sin embargo, la jugada fue más sibilina, porque la escabechina también tenía el objetivo de confirmar a Aitor como líder del Kelme por encima de Óscar Sevilla.

Aquellos sucesos fueron el embrión de La Banda de la Covatilla, bautizada así en sus columnas en AS por Perdi, socio fundador junto a Aitor, Santos y Lobato. A ella pertenecen los integrantes de la grupeta de San Sebastián de los Reyes, junto a algún alicantino. Entre sus miembros destacan Ángel Gómez Marchante, Jorge Ferrío, José Luis Rebollo, el bronce olímpico Carlos Castaño (persecución por equipos) y el medallista paralímpico Roberto Alcaide.

Su filosofía es algo así como que el ciclismo no está reñido con el humor y han acuñado frases como echar unas risas. Ellos fueron, por ejemplo, los impulsores del desnudo publicado en 2003 por Interviú.