El orgullo del fútbol francés

No hay miedo. Toda Francia conoce el potencial del Valencia, pero sabe que en una final como la de esta noche todo es posible. Es verdad que en España, la última imagen que dio el Marsella fue la de un equipo acomplejado frente a lo que era entonces el brillante Real Madrid. En el otoño de la Champions, perdió dos veces contra los blancos, pero pudo subirse al último de la UEFA. Con un cambio de entrenador, otro espíritu se apoderó del equipo. José Anigo, un hombre de la casa, supo devolverle la ilusión a unos jugadores que han sido capaces de compensar los malos resultados de la Liga con una fantástica trayectoria en UEFA. Haber eliminado al Inter y al Newcastle es un signo muy fuerte de que el Valencia lo tendrá mucho más difícil de lo que algunos creen. A estos les recuerdo que el campeonato francés ha situado también a un equipo suyo en la final de la Copa de Europa.

Francia cree tan factible la victoria del Marsella esta noche como la del Mónaco la semana que viene, pero no hay duda de que, en el primer caso, la fiesta será mucho más importante en la ciudad que ha dado su nombre al himno de mi país. La pasión por el fútbol es tan grande allí, que muchos no dudan en designar a Marsella como la capital del fútbol francés. Y por eso se esperan celebraciones en todo el territorio tricolor. Eso es algo de lo que no puede presumir el Valencia.