Un estado de depresión
El uso abusivo y continuado de sustancias estimulantes lleva a un estado de dependencia o necesidad de dichas sustancias para mantener el estado de bienestar o estado anímico alegre. Al interrumpir la ingesta de estas sustancias estimulantes aparece lo que se llama síndrome de abstinencia o más comúnmente llamado en el argot popular mono. Y este síndrome se caracteriza fundamentalmente por un estado de desánimo, tristeza, falta de fuerza, astenia, irritabilidad y falta de ilusión. Es decir, lo que realmente se produce es un estado de depresión.
No es pues de extrañar que muchos deportistas, por tratar de superar ese estado de ánimo de abstinencia, acudan a otras sustancias tipo cocaína para elevar su maltrecho estado anímico y evadirse del mundo problemático en que se hallan inmersos. Al principio, de forma voluntaria y en pequeñas dosis, pero poco a poco van cayendo en la adicción y llega un momento en que son marionetas al viento, sin capacidad ni fuerza de voluntad para abandonar el consumo de drogas, a la vez que van destruyendo su futuro deportivo y el de su entorno familiar. Por este motivo queremos advertir a los deportistas del peligro del dopaje. Que luego no aduzcan ignorancia aquellos que dicen que no saben.
José González es presidente de la Asociación de Médicos de Equipos de Fútbol.