Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Ciclisto | Así se dopa un ciclista (Capítulo II)

"Hay barra libre con la hormona del crecimiento"

Así se dopa un ciclista capítulo Ii Jesús Manzano continúa su escalofriante testimonio de denuncia sobre prácticas dopantes, tras un primer capítulo que ayer impactó al mundo deporte. El madrileño de Zarzalejo relata principalmente el uso regular de la hormona del crecimiento, incluso durante las carreras, y de la EPO, sólo en entrenamientos.

<b>SIMULACRO</B>. Jesús Manzano explica cómo y dónde se aplica la hormona del crecimiento.
JESUS RUBIOJESÚS RUBIO

La hormona del crecimiento se utiliza a patadas, tanto en competición como durante los periodos de entrenamiento, y no se está detectando en los controles". Jesús Manzano explica así el uso de esta sustancia, todavía invisible para los análisis antidopaje. Antes de entrar en esta materia, el madrileño de Zarzalejo relata por qué ningún miembro del equipo Kelme terminó la Vuelta a Portugal del año pasado. En su caso se debió precisamente a una mala reacción ante una dosis de hormonas, en concreto de Genotonorm.

Vuelta a Portugal: "Se retiraron por miedo a un positivo"

A los pocos días de salir medio muerto de aquel tren de Valencia empezó la Vuelta a Portugal del año pasado. Me mandaron para allá y me fui a correr, claro. Ya es conocido el desastre que hubo en aquella carrera, donde no terminamos ningún corredor del equipo. En la primera retirada yo no me tuve que marchar, porque no tenía ningún problema para pasar los controles, después de lo que me había pasado recientemente en Valencia.

No seguía de momento ningún tratamiento, aunque casi todos mis compañeros tuvieron que abandonar. Sólo quedamos tres. Creo que se hizo un pacto entre algunos corredores, porque después de lo que pasó en el Tour, que hubo un positivo, no sé si algunos de mis compañeros tenían miedo. Por cierto, de ese positivo yo no me enteré hasta Valencia y allí todavía se me seguía ocultando.

Entonces me mandaron dos cacharros de somatropina al hotel y yo seguí corriendo, pero este tratamiento no venía de la doctora que estaba allí, sino de otro médico. Después de lo que había pasado, todavía seguía, para él no era tan grave. Entonces se hizo una reunión y todos se retiran. Nosotros llamamos al jefe médico del equipo y no se le localizaba, aunque finalmente sí se le localizó. Hubo gente que decidió retirarse por su cuenta, no sé si por miedo o qué. Yo, como no tenía nada que esconder, seguí...

La somatropina recombinante es la hormona de crecimiento, que se utiliza a patadas y no se está detectando en los controles. Hay barra libre para usarla.

Puede ser Humatrope o Norditropin, que es una hormona que es igual, pero ésta procede de Dinamarca. Luego está el Genotonorm y otras muchísimas más. También se están utilizando hormonas que vienen a la vez mezcladas con insulina, como es el caso de la IGF1, que la hay para animales, para veinte mil cosas. Todas son hormonas de crecimiento, hay un montón porque cada laboratorio tiene sus marcas. Genotonorm, por ejemplo, está en el argot ciclista y se llama rotulador.

Yo sigo las instrucciones y utilizo estas hormonas concretamente el Genotonorm, una vez que ya sólo quedábamos tres corredores. Esto se pone después de cenar. Al día siguiente ya no me encontraba bien por la mañana, cuando estuve calentando. Tenía vómitos, con diarrea y urticaria. Durante la noche no había tenido nada, me empezó el malestar por la mañana. Y a mitad de etapa, hacía también bastante calor, me tuve que retirar y devolví algo en la cuneta.

Cuando los corredores llegamos a la meta se hizo una reunión en la que se decidió que el equipo se vuelve para España. Pasando la frontera me llama el director y me cuenta que ha hablado con el patrón y que le ha dicho que no estoy sacando punta al lapicero. Eso quería decir que yo no estaba andando y que me habían subido el contrato. Por cierto, que salgan las cifras: cobraba seis millones de pesetas y después de la Vuelta 2002 me subieron dos millones más.

Pues yo sigo las pautas de un médico, que yo no me automedico como dicen, esos están muy confundidos... ¿Para qué me voy a automedicar, para qué me voy a gastar dinero? Estos productos son muy caros. Una caja de Humatrope cuesta 60.000 pesetas; una de Norditropin te vale 50.000; un IGF, 90.000...

Me echa la bronca el director y le digo que si tienen algún problema, que se puede arreglar. Me dice que me aprecia y yo le respondo que si me apreciara no me hablaría así. Y también dice: "¿No son faltas graves lo que está pasando?". Que una persona juzgue quién es el bueno y quién es el malo.

Hormona del crecimiento: "Se usa a patadas y no se detecta"

En el argot ciclista, la hormona del crecimiento se llama rotuladores y a la EPO la denominamos Pelas. La hormona se aplica en días alternos, dependiendo de las unidades y de la cantidad. No se pueden poner todos los días, porque esto no son como avellanas. Esto hincha y bloquea. Vas con mucha fuerza, pero no la desarrollas. Entonces hay que poner las dosis cuando te va faltando la fuerza. Se suele aplicar un día sí y otro no, pero muy poquito y durante los periodos de competición o entrenamientos duros. Lo utilizas antes de las etapas de montaña o largas, pero muy poquito. Esto queda en el cuerpo, no se va de un día para otro. Antes de empezar una vuelta grande se hace un tratamiento de varios días alternos de diez o quince cacharros. Hay a gente que le sienta bien y a otra mal. Entonces se termina el tratamiento, se empieza a sudar... Ya vas cogiendo, pero esto te bloquea, no puedes ir con agilidad en la bicicleta. Luego, cuando te van faltando fuerzas en la carrera, te vas poniendo durante la competición pequeñas dosis, unos 0,4 miligramos.

También hay rotuladores de 1,4 ml de Genotonorm; de 1,33 de Humatrope... El Norditropin es un envase con cilindros de cristal, en el que vienen 45 unidades y te tienes que poner en una jeringuilla de insulina de dos a tres rayitas. Varía también en cada persona. Se suelen utilizar todas las marcas, dependiendo del mercado, porque no sé dónde lo comprarán. Se supone que esto lo tiene el jefe de médicos y se aplica gratuitamente, sólo que a unos les darán más y a otros, menos.

Estos son productos hospitalarios. Si vas a diez farmacias, por ejemplo, estoy seguro que no nos los venderían en ninguna. Hace falta una receta especial. No sé si se conseguirán en el mercado negro, o con recetas falsas, algo que creo que es muy difícil, porque luego Sanidad, en sus inspecciones, se las exige a las farmacias. No es lo mismo que una farmacia venda aspirinas que hormonas del crecimiento. Esto no se consigue aquí, estoy hablando de productos de importación.

Por ejemplo, la IGF es de Australia. Es un bote tan pequeño que parece que te están tomando el pelo, porque son micropartículas. No se puede agitar porque se rompen las microparticulas. O se va a comprarla a Australia o se consigue en el mercado negro.

Precios de las hormonas: "Llegan a costar hasta 540 euros"

No sé a cuánto anda el precio en el mercado negro, pero la IGF, que son 1.000 microgramos, he oído que vale las 540 euros. Una caja de Humatrope, de 72 unidades, cuesta 360; el Norditropin está en torno a los 300 euros; el Genotonorm, que vienen en seis rotuladores de 0,4 miligramos, te vale casi 300 euros, pero si es de 1,4, entonces asciende a 480 o así.

Los rotuladores de la Vuelta a Portugal tenían un color raro y esto tiene que estar nítido. Lo tengo aquí guardado con este color opaco, amarillento. Aunque yo sea de pueblo, si me pongo uno y me sienta mal no voy a ser tan tonto de ponerme otro. Esto va enroscado, lleva líquido en un lado y polvo en el otro, lleva una goma que es para separar y cuando se junta, esto prensa el líquido para que se mezcle con el polvo.

Antes de la Vuelta a España del año pasado nos concentramos en un pueblo llamado Alcalá de la Selva, en Valdelinares. Nos entrenamos bastante y, aunque en principio iba a ir a esta carrera, había que ganarse la plaza. En la concentración andaba mucho, como el que más. Luego en la Vuelta ya fue otra cosa, pero... Estábamos a más de 1.000 metros y dicen que te sube el hematocrito, pero yo en mi vida he hecho una verdadera concentración en altura.

Si estás en 46 por ciento de hematocrito, porque estés quince días en altura no te va a subir al 50%. Se hace para estar fuera, quizá para disimular. La gente siempre ha tenido miedo escénico, pánico a controles por sorpresa en casa. Mejor estar de viaje.

Si un corredor se está preparando para una gran vuelta se está poniendo EPO, hormona, algunas cosas, la estás preparando y tienes miedo a los controles. Si das positivo te mandan dos años a la calle. Se habló en su día de un tipo de EPO que no daba positivo, pero nadie la ha visto, no la conozco.

Yo conozco el Eprex, el Neorecormon, el Epocrin, que es EPO rusa. También la hay española, una mexicana que se llama Epomax. Para llegar a las carreras te preparas con esto. La EPO se utiliza en ciertos periodos, dependiendo de los picos de forma. Todo el año no puedes estar a tope, porque no sólo porque tengas unos valores altos andas bien. Yo dejaba de tomarla 15 días antes de una prueba, no apuraba más para no jugármela.

Se pone de 4.000 en 4.000. Si quieres que el tratamiento te suba muy rápido todo se pone por vía intravenosa, lo que te dispara el hematocrito; pero si quieres que te dure más, se inyecta por vía subcutánea. En la sangre hace el efecto antes. La EPO estimula la médula ósea y multiplica los glóbulos rojos. Depende de cada corredor. Yo ahora hace tiempo que no he entrenado y puedo tener un hematocrito de 46%, como di el otro día en este reportaje, pero si me entreno cien kilómetros diarios, me quedaría en 42%.

Por eso, no es lo mismo que una persona tenga 48% naturalmente, porque en ese caso sólo podría subir dos puntos mientras que yo podría subir ocho, hasta 50. Las hay de muchas clases, de muchas unidades, desde dos mil hasta diez mil, e incluso de uso hospitalario que llega a tener 40.000 unidades en un mililitro, que es un vial.

Por ejemplo, yo solía meterme cuatro mil, pero si no tienes tiempo te metes ocho mil unidades en un día, aunque no puedes hacerlo de golpe, porque te puede dar cualquier cosa. Entonces repartes cuatro mil por la mañana y otro tanto por la tarde.

Distintos tipos de EPO: "Los ciclistas somos muy burros"

Cuando te estás entrenando para preparar una gran vuelta te sueles inyectar EPO casi todos los días. Con la EPO rusa necesitas meterte un montón de viales para que te suba dos puntos el hematocrito. La Epoetina Alfa, que se comercializa como Eprex, es un producto hospitalario, no se puede comprar en una farmacia. Como el resto. En el argot se llaman pelas. Por eso te dicen: "Ponte cuatro mil pelas", que sería una de 4.000 unidades.

La Darbepoetina Alfa es una variante de la EPO, es Aranesp, EPO de larga duración. Eso ya no se usa porque da positivo, aunque hay algunos tan brutos que siguieron utilizándola. Yo, ni la he usado ni la he conocido. Los ciclistas también hemos sido muy burros, porque nos hemos topado no dos veces, sino hasta ocho veces con la misma piedra.

Para las transfusiones: "He llegado a un máximo de 56%"

La EPO debe estar conservada entre dos y ocho grados centígrados, en la nevera y protegida de la luz. Lo tienes que tener dentro de su caja o protegido con papel de aluminio. Esto lleva un código y se puede saber de qué farmacia ha salido.

Se utiliza para el cansancio, te crea menos fatiga, oxigena la sangre... Mejora la calidad de los entrenamientos, puedes entrenar más volumen y el cuerpo aguanta más. Este no es un tratamiento de hoy para mañana, sino que es muy largo y también dura mucho.

Cuando llegas a una carrera, estás quizá con el hematocrito al 50% y a la semana y media te has puesto ya en 45 o 46. Si esto no se usara, después de las palizas que nos damos, en cuánto te descuidaras estarías medio muerto, en 37 de hematocrito.

Luego están las transfusiones. Para sacarte sangre tienes que estar por encima del valor que te permite el reglamento antidopaje de la UCI, estar en 54, 55 o 56 por ciento. Automáticamente coges y te extraes un litro. Una bolsa de sangre te puede bajar dos puntos y medio o tres. Lo máximo que he llegado a tener es 56 y en ese momento me acojoné. Estaba fuera, tenía un teléfono y cada dos horas ponía la alarma, tomé un montón de aspirinas, que dicen que diluye la sangre.

Una caja en la que vienen seis jeringas de diez mil unidades, que serían en total 60.000 unidades, ronda los 590 euros. Una de 4.000 unidades por seis, 24.000 unidades en total, serían unos 300 euros. Una de 12.000 mil anda en torno a los 180 euros. Una vial de 40.000 unidades estaría en torno a los 450 euros...

Si no fuera por todo esto, no creo que en las grandes vueltas se lograra una media de 41 km/h. Esto se nota más en las vueltas largas, porque en una de cinco días a lo mejor se podía pasar sin ello. Por eso se cambia a veces mucho la planificación de la temporada, porque como tienes que dejar de tomártelo quince días antes de la competición... Varía mucho, el corredor actual no puede seguir un calendario estricto.

Burlar a los ‘vampiros’: "Se hace con sueros y albúmina"

Actualmente no es difícil burlar a los vampiros de la UCI. Tienes un tiempo muerto de media hora desde que te avisan los inspectores médicos, porque primero bajan a hacerse los controles los corredores que sepan que tienen los valores más bajos. Es una práctica para ganar tiempo. Los médicos están siempre preparados. Automáticamente el resto de ciclistas, los que tienen los valores más elevados, se meten albúmina humana, suero glucosado y bajan a hacerse el control los últimos.

La albúmina es una especie de suero, que hace que la sangre se diluya, que tenga más volumen de líquido que de hematíes. Este también es un producto caro, que vale unos 120 euros. Lo hay al 15, al 20, al 30%...

También está el suero Hemoce, de laboratorios Aventis. Este suero es más caro y no te deja hinchado, porque, claro, te has metido mucho líquido dentro del cuerpo. En un control, tomando aspirinas, albúmina y suero se pueden bajar cuatro puntos en el índice del hematocrito. Si estás en 50, el límite permitido, te puedes quedar en 45. Para eso tienes la media hora de que hablaba antes, entre que baja tu primer compañero y luego bajas tú.

Esto se mete con una jeringuilla por un lado y el suero por el otro, e incluso con jeringuillas gordas, de esas que usan los veterinarios. Se coge una palometa de 19, que se pone en la vena y tiene una especia de canutillo, y se van cargando y vaciando jeringas. Hacen falta varias personas para esta operación. Luego se suda ese agua que acumula el cuerpo, pero el día que vienen los vampiros se pasa de perros en la etapa, porque imaginaros lo que es ir con un litro de líquido metido y la que se puede montar.

Si vienen en un día con etapa de montaña, ahí puede haber muchos disgustos. Como el día de la Vuelta a España que salimos de Valencia y llegamos a Cuenca. No era una etapa peligrosa, pero si llega a ser de montaña, ojo al que le toque, porque pueden ocurrir cosas muy gordas, por eso la UCI no actúa bien en este asunto. Si en lugar de venir por la mañana lo hicieran a las siete de la tarde y en lugar de media hora dieran cinco minutos caerían todos, con análisis de orina o de lo que fuera.

La hormona masculina: "Se usa para no abusar de la cortisona"

Luego también hay otras sustancias que se utilizan como la HMG, que es un estimulante. Es una hormona masculina y la caja vale 11.000 pesetas. Son dos viales y se mezclan. Uno se divide en cinco partes y lo demás se congela para no tirarlo.

Es decir, un mililitro se divide en cinco partes y normalmente se pone en carrera. Lo que hacemos es combinarlo con otros productos, porque si te falta fuerza no puedes estar todo el día inyectándote cortisona, porque la cortisona se tiene que marcar en la cartilla sanitaria por prescripción médica, bien como tratamiento de alguna alergia, bien por alguna lesión...

Un avance de la cortisona: "Te quita el dolor y te da fuerza"

De la cortisona ya hablaremos más extendidamente en otro capítulo, pero puedo adelantar que hay varios productos, como el Trigón, el Celestone, el Nuvacten... La cortisona en el argot ciclista se llama tapa verde. Luego está también el Synacthene, que es un corticoide francés de corteza cerebral. Se combinan varias cosas.

La cortisona te quita el dolor de las piernas, la fatiga y te da mucha fuerza. Luego también tiene algunas contraindicaciones que hay que vigilar, porque con mucha cortisona el hematocrito no te baja.

Luego también se puede tomar el Geref, que es un cofactor, un estimulante. Es algo parecido a una hormona de crecimiento, pero en derivados. También podríamos hablar del Neofertinon, que también es un cofactor que utilizan las mujeres para cuando se quieren quedar embarazadas.

Y también luego está la testosterona, que se pone en unos parches de Androgel; la nandrolona para el invierno, la hemoglobina sintética, el Actovegin... Hay muchas cosas que explicar, pero ya lo haremos en los próximos días.