El Balón de Oro se ha dado un tiro en el pie

El Balón de Oro nació en 1956, junto a la Copa de Europa, hoy Champions, y como parte del intento (fructífero) de reunir Europa en torno a un gran deporte. Era una Europa aún de cascotes, resquemores y diferencias políticas de todo tipo. Una Europa partida por un Telón de Acero. Durante todos estos años se ha ganado la consideración general . Con todas las discusiones que queramos, la verdad es que alcanzó en las mentes de todos los aficionados la condición de premio oficial. El mejor jugador europeo era cada año, el que recibía el Balón de Oro. Se aceptaba así.

La FIFA vino a cruzarse en 1991 en el camino del Balón de Oro. No me gustó. ¿Para qué hacer algo que ya otro hacía, que ya estaba hecho y bien hecho? Durante tiempo seguí mirando con más simpatía el Balón de Oro, y no sólo porque éste sea concedido por periodistas (el de la FIFA lo votan los seleccionadores) sino porque me merecía más crédito. Por primera vez este año lo siento distinto. La foto Nedved- Henry-Maldini se me queda pálida frente a la foto Zidane-Henry-Ronaldo de hace una semana. Esta vez la FIFA ha dado antes, pero además ha dado dos veces.

Quizá me influya mi punto de observación, pero, francamente, Nedved me impresiona menos que casi todos los galácticos. Me cuentan que puede haber influido un reciente topetazo de France Football con Florentino, que les obligó a rectificar la frase: "Makelele es incapaz de dar un pase a más de cuatro metros", que le atribuyeron. Es una explicación a un hecho de verdad raro: que ninguno de los galácticos del Madrid esté en el podio. Si es así, France Football se ha dado un tiro en el pie, porque por primera vez el FIFA Player resulta más convincente que el Balón de Oro.