La dureza y el tostón

La dureza y el tostón

Bueno, parece que es un poquillo dura; o, mejor dicho, parece que es dura; o, más todavía, sinceramente pienso que es muy dura. Imagino que sabréis que hablo de la Vuelta 2004, no seáis malpensados. Pues vale, está visto que está hecha para los escaladores, que al fin y al cabo, para desgracia mía y de otros, es lo que más motiva al público. Este año retornamos a La Covatilla y ya veréis la que monta la banda. No adelantemos acontecimientos, pero aún me queda por amueblar el salón. ¡Eh! ¡Que es broma!

Por cierto, aunque el recorrido es muy chulo, menudo tostón de presentación. Algunos hasta han echado una cabezadilla, otros se han dedicado a enviar mensajes con el móvil... Yo comprendo que hay que tener contentos a los que ponen la pasta y enseñar su ciudades, pero... se podía haber hecho mucho más ameno y, sobre todo, que los corredores, que somos los verdaderos artistas, deberíamos haber tenido más protagonismo. Al fin y al cabo, por muy bonito y duro que sea el recorrido, sin nosotros no habría nada de nada. Por lo menos eso creemos.

Ah! Aunque el señor Franco dijera ayer que con él se marcha el último dinosaurio, está muy equivocado, porque todavía quedan cantidad de ellos chupando del frasco.