No es un perro, ni es un gato, es Pedro Díaz LOBATO. ¡Menudo menda! Me lleva diciendo desde que empezó la Vuelta que ayer iba a ganar, que no gastara fuerzas absurdas porque había hablado con unos cuantos para que la fuga llegase. Y yo, claro, como él lo tenía tan seguro pensé que para qué iba a entrar en la escapada si al final iba a ganar él. A éste es a otro que conozco desde hace ya mil años. ¡Menudas historias que tenemos los dos de cuando éramos amateurs. Algunas, mejor no contarlas. Y aunque hace años nos dejamos de hablar, cuando llegamos a Pros volvimos a ser superamigos. Habrá gente a la que le extrañe que este hombre haya ganado con el recital que dio, pero los que le conocemos sabemos que es capaz de eso y de mucho más. El único problema que tiene es que además de que le pierde la boca tanto como a mí es aún un poco más perro que yo.
Pero este año por fin ha sido capaz de adelgazar y ni os imagináis lo fino que está. El Guay se pasa el día de cachondeo en el paquete. Cuando más se sufre, más rápido se va y hay silencio, siempre escuchas una de estas frases: "¡No te cortes, no te cortes, aguanta!" y la otra "¡Ay, ay, algo me ha mordido!". Así que imaginaros la tara que tiene. No recuerdo una charla seria con él. Al fin y al cabo, son cosas de campeones.