NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los Gil: el milagro de los panes y los peces

Avanza el verano y mientras otros clubes se atascan en el mercado de fichajes el Atlético se está remozando de nuevo. Ahí están ya Lequi, Simeone, Mussampa, Rodrigo y Nikolaidis. Y ayer por la tarde el club gestionaba una nueva incorporación, que sus mandatarios calificaban a priori como "una sorpresa bonita". Así que poco a poco se va armando un equipo con buen aire, con nombres que ilusionan a la afición rojiblanca y que reúne un poco de todo: desde la recuperación de un viejo símbolo como Simeone al exotismo de Nikolaidis.

Nunca dejan de sorprenderme los Gil. No me gustan todas las cosas que hacen. Algunas no me gustan nada. Pero no dejo de admirar su permanente capacidad de resurrección. Cuando parecían no tener nada, con Luis en pleito con ellos, los cedidos del Milán regresando, una ampliación de capital obligada por los malos resultados anteriores y la necesidad de volver a elevar el precio de los abonos al nivel de Primera División, les hubiera aconsejado de corazón que escogieran alguna de las ofertas que tienen, que vendieran, se marcharan y se olvidaran de todo. Por su bien y por el del club.

Pero he aquí otra vez el milagro de los panes y los peces. De la nada, Gil y su hijo van sacando otro equipo con caras nuevas que van creando cierto hormigueo en el hincha atlético. Quizá les ayude su evidente capacidad de adaptación a ese enredadísimo ambiente de los jugadores, los intermediarios, los bancos, las deudas, los avales y los pagarés, que parece hecho a su medida. Pero a mí no deja de admirarme esta constante superación de todos los pronósticos que les dan por eliminados de la carrera. Su vitalidad, su rotunda negativa a rendirse. Algo muy profundamente atlético.