El derby, la piel del oso y los Paules

Tres puntos por aquí, tres por allá, la Real falla en Vigo, tres puntos en el Calderón y campeones de Liga. Son las cuentas de la lechera del madridismo. Llevan meses apuntándose los tres puntos del derby en su casillero. Por la cara y antes de saltar al campo. Así son ellos. En estos tiempos de crisis rojiblanca —lo de o renuevas por dos temporadas o a la calle es inmejorable— y de vacas gordas del Madrid —las torres y tal— miran así como por encima del hombro al vecino del Sur. Pero yo creo que han vendido la piel del oso con demasiada antelación y este oso ni está amaestrado ni le gusta servir de comparsa en sus festivales. Así que como se descuiden un poquito, quien puede montar el domingo la fiesta es la tribu del Manzanares, que está hasta el gorro de broncas y malos rollos y como disfruta de verdad es dándose un atracón de merengues.

S i quieren, vale, les ponemos de favoritos, por eso de galácticos y porque tienen a Ronaldo. Pero ahora mismo no están como para tirar cohetes. El Niño está más en forma que Raúl y como esté inspirado puede hacer una avería en una defensa en la que manda Hierro. Os lo aviso antes: ese duelo puede ser un suicidio. Torres es un experto en doblar cinturas de veteranos. Y si Luis, entre follón y follón, se decide a darnos una alegría y pone a los tres puñales —los de ahora, José Mari, El Niño y Luis García—, con Jorge un poquito más atrás, nos vamos a divertir. Y mucho. Y que no nos sigan llorando más tiempo con la Liga, Anoeta, la Real, y con esa pamema que se han sacado ahora de que los árbitros les persiguen. Si hubieran hecho los deberes a tiempo, no les pasaría esto. Y si pierden la Liga en el Calderón, ya saben: a llorar a los Paules.