El mal de ojo de Sir Gafarrón Ferguson

Pidió Ferguson tras el partido de ida: "Ojalá no dejen entrar a Raúl en Inglaterra para la vuelta". Pues ya tiene lo que pedía. A Raúl se le ha declarado una apendicitis aguda de la que fue operado ayer mismo. Así que no estará en Manchester. Tampoco en la semifinal de Champions, si es que el equipo blanco accede a ella. Ni en el próximo mes de la Liga. El Madrid Galáctico, ese Madrid que dispone de más estrellas incluso que aquel que los ingleses llamaron el Real Class en los últimos cincuenta (cuando Di Stéfano, Puskas y Gento), se va a jugar el bigote sin Raúl.

Todo por el mal de ojo de Sir Ferguson, a cuyos extrapoderes habrá que estar atento desde ahora. Tengo un amigo, veterano atlético, que siempre rezó para que a Di Stéfano le pasara algo en vísperas de los partidos contra el Atlético. Como es buena persona, no le deseaba nada malo de verdad. Sólo un constipado, una torcedura de tobillo, una gastroenteritis. Rezaba por ello, pero nunca obtuvo del Altísimo tal favor. Pero ahora resulta que Sir Ferguson sí tiene con las inextricables fuerzas del Más Allá contactos favorables. Y de ellas ha obtenido una oportuna apendicitis contra Raúl.

Siniestro Sir Ferguson. Gafarrón internacional, cuyo mal de ojo interfiere en la sana y bien intencionada Champions. Un día proyecta de grosera patada una bota contra la ceja de Beckham y otro lanza un maleficio que hace carne en la entraña de Raúl. Lo suyo sí que son fuerzas del mal, y no las que persigue Bush con sus cohetes, sus marines y sus ilustres palmeros angloespañoles. El Madrid deberá tomarlo como una prueba más para hacer valer su categoría. ¿Esto es el Raúl Madrid o el Real Madrid? Esperemos que sea el Real Madrid. Con Solari, con Portillo, con Guti o con el que sea.