Tres euros solidarios

Madrid y sus ciudadanos deben dar hoy una lección de compromiso social que vaya más allá de la lúdica pasión futbolística. La tragedia ecológica del Prestige aconteció hace ya cinco meses y dos días, pero muchos gallegos de Muxía, Carnota, Camariñas, Finisterre y Corcubión siguen sufriendo los daños ocasionados por esa gigantesca mancha negra contra la que ha luchado el instinto solidario de España entera. De hecho, más de 11.000 voluntarios pasarán la Semana Santa en las playas de los pueblos citados para acabar con esas galletas de chapapote enterradas bajo la arena. Por eso pido humildemente a madridistas, atléticos, rayistas, gallegos y turistas que ni siquiera sean futboleros que esta noche reúnan a sus familias y se pasen por el Bernabéu para presenciar más que un partido.

Por tres euros (lo que vale un bocata de jamón y una cerveza) los más puristas podrán ver a Ronaldo contra Donato, a Raúl frente a Tristán, a Zidane junto a Mauro Silva, a Figo con Gustavo López, o a Roberto Carlos correr al lado de Mostovoi... Estrellas consagradas que, lejos de la presión de la Liga y la Champions League, intentarán divertirse y hacer felices a los miles de niños que van a tener pocas oportunidades como esta de contemplar a la jet-set del fútbol a precio de barriada. Voy más lejos. Hasta los que desprecian el perfil más frívolo de este deporte de masas deben valorar que cada entrada que compren servirá para ayudar a una familia de pescadores que ha visto peligrar su estabilidad económica. Eso merece cualquier sacrificio extra. Piénsenlo.