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Probablemente, Florentino Pérez y Jorge Valdano jamás sospecharon del miura que les estaba esperando en el club con el baloncesto. Ellos tenían claro su proyecto del Real Madrid y del equipo de fútbol que querían, y han demostrado que ese proyecto era viable. Pero del baloncesto lo desconocían todo y al intentar manejarlo les estalló entre los dedos.

Eso les ha llevado a tomar una decisión lógica: dejar la sección en manos de un profesional que, en principio, reúne todas las condiciones para cumplir ese cometido: hombre de la casa, con prestigio, honesto y muchos años de baloncesto a todos los niveles sobre sus hombros.

2Florentino y Valdano no pueden hacer más y no es justo que se les responsabilice de los fracasos de un equipo al que en todo momento han ofrecido los medios económicos suficientes, que en realidad es lo único que pueden hacer, al margen de pedir responsabilidades a quienes lo manejen.

Ahora toda esa responsabilidad recae sobre Lolo Sainz, al que toca administrar con lógica y acierto un presupuesto que preveo muy generoso. Lógicamente también es demasiado pronto para pedirle resultados, porque todo hay que orientarlo a un futuro que realmente empieza la próxima temporada, y que, dependiendo de los resultados de la actual, tendrá más o menos complicaciones, especialmente en los fichajes.

En cuanto a lo que se dice que hay directivos que cuando asoma una crisis se muestran partidarios de la supresión de la sección, si es que hay alguno, no son más que señores carentes de sentido y perspectiva histórica de lo que es el Real Madrid. En realidad pertenecen a una especie muy conocida ya clasificada en el club a lo largo de su historia; son gente, dentro de la riada que por allí ha pasado, integrados en la directiva por su cualidades profesionales, su relevancia social o su amistad con el presidente, que incluso prestando en ocasiones servicios notables al club, pasan por él sin dejar huella alguna. Si tuvieran que cargar personalmente con la responsabilidad de la desaparición del baloncesto no lo harían. Por este lado nada nuevo.