El Mundial del Madrid

Si la divinidad le hubiese otorgado la condición de inmortal, Santiago Bernabéu habría cumplido el pasado sábado 107 años. 8 de junio, el mismo día en el que nació otro madridista de raza: Macho Camacho. The Legend nos dejó justo cuando arrancaba el Mundial de Argentina’78 y ahora su agigantada figura emerge en pleno apogeo del Jubileo Madridista en la cumbre futbolística de Corea y Japón. El entorno de la World Cup se muestra entregado y seducido por esa magia blanca que se ha apoderado del Fevernova y de ese paraíso de dibujos animados donde Raúl está haciendo de Oliver y Morientes de Benji. El Mundial se ha blanqueado gracias a ese Real Madrid que parece empeñado en prolongar su mito más allá de la apoteósica final de Glasgow. La máquina nunca se detiene...

Que Hierro (2), el Moro (2) y Raúl (1) lleven cinco de los seis goles de España demuestra el nivel de compromiso que los cinco mosqueteros madridistas tienen con nuestra Selección y con nuestro recuperado honor patrio. Además, ha quedado claro que Francia no es nadie si O rei Zidane no juega, sin olvidar que a Figo, a su bella Helene y a su machacado tobillo los veremos pronto reposando en las playas de El Algarve. Sólo Roberto Carlos, que encima golea y es como el conejito de Duracell, y Geremi, que tumbará a Kahn de nuevo y ganará la guerra de razas entre africanos y arios, se quedarán más tiempo en Japón para gloria del rey de reyes. El Mundo se rinde ante su Príncipe Blanco. The Best.