"No dimitiré; eso es de cobardes"

Dos años vacíos de títulos le han puesto en el disparadero. El club medita sobre su futuro, aunque oficialmente lo respalda. El italiano, eso sí, da la cara y se explica.

—Sí, la temporada ha sido muy negativa, con causas claras, otras menos claras ... pero sí, ha sido negativa.

—En nuestra eliminación ante Estudiantes no tiene nada que ver el dinero. Nos ha eliminado con justicia un equipo de menor presupuesto. Lo duro, eso sí, es quedar fuera en cuartos...

—También he entrenado al Madrid con más lesiones de la Historia... Todo el mundo sabe las causas de lo ocurrido. Los deshonestos lo obvian y los honestos saben lo que hay.

—No hemos sido un bloque y no hemos jugado al final en equipo ni hemos defendido como exije este club.

—Hay entrenadores que a la tercera jornada ya están poniendo a parir a sus jugadores. No es mi estilo ni el del Madrid. Lo más fácil es apuntar en la misma dirección y aquí estoy, dando la cara y asumiendo toda la responsabilidad.

—Sí. Esta cuestión está más en la confianza que noto en mí que en los contratos que están en vigor. Si no tuviera esa confianza no habría bases para seguir aquí aparte de los dos años de contrato que me restan.

—No. La motivación y las fuerzas están multiplicadas por el balance negativo de la temporada. Me siento decepcionado conmigo mismo, pero eso se convierte en motivación, rabia y deseo de hacer bien las cosas.

—Esa es una lectura legítima a posteriori, pero a priori todos decían, y tengo los recortes de prensa guardados, que teníamos una gran plantilla.

—El nivel de Attruia ha sido satisfactorio. Decir que no ha sido bueno su rendimiento es un disparate. Quien piense lo contrario no entiende.

—Está claro que hay una necesidad de refrescar y rejuvenecer este equipo.

—Venga, venga, eso es imposible.

—...Sí, bueno, puede ser. Pero no hay una proporción directa entre modernizar el club y tener buenos resultados. No hay que tirar al niño cuando está sucio. Habrá que tirar el agua sucia y luego salvar al niño...

—Yo no cogí nada. Me lo ofrecieron y yo acepté. Prefiero ser el paraguas y que el chaparrón recaiga sólo en mí. A mí me fichan Florentino y Valdano y sólo ellos pueden echarme. No pienso irme, eso es de cobardes...