Ronaldo se cae

Ronaldo es una opción romántica, seductora y magnífica para garantizar una venta récord de camisetas y de productos de merchandising, pero el Real Madrid va a desestimar los anzuelos que el Inter ha lanzado en el mercado europeo de los fichajes en los últimos días. Como futbolista, nadie lo discute. Florentino Pérez le tiene echado el ojo desde que reapareció tras su última lesión grave, Jorge Valdano lo considera "el mejor del mundo en su puesto cuando está al 100 por 100" y Del Bosque no olvida las exhibiciones que el carioca dio en el Barcelona hace cuatro años. Pero desde 1998 sólo ha jugado con el Inter 36 partidos y el propio Ronaldo dijo ayer que "no jugaré en el Real Madrid". Una cosa es el glamour y otra afrontar los peajes, monetarios y disciplinarios, que el Madrid tendría que pagar si contrata al que fue Balón de Oro en el año 1997 y el FIFA World Player en 1996 y 1997. Los pros ya están expuestos, pero los contras han ejercido un efecto definitivo para que el Madrid desestime la operación.

1) No existen garantías sobre el estado de su rodilla derecha, la más castigada por las graves lesiones que le han asolado desde que se marchó del Barcelona para jugar con el Inter. La cicatriz que se contempla en la imagen inferior de la izquierda es reveladora por sí sola del calvario por el que ha pasado el crack brasileño.

2) Ronaldo sufre, como la mayoría de compatriotas suyos, esa morriña que les obliga a pasar muchos días en Brasil para mantener su motivación personal. Sus numerosos viajes incluyen sesiones con curanderas de su confianza que están de muy buen ver, escapadas al Carnaval de Río donde siempre aparece acompañado de mujeres espectaculares y los inevitables partidos de fútbol-playa que no siempre están bien vistos aquí en Europa.

3) Sus múltiples compromisos publicitarios, su contrato con Nike (el Madrid tiene firmado con Adidas) y sus numerosas apariciones en actos públicos y promocionales le alejan de la imagen cuidada y disciplinada por la que aboga el Florentinismo del siglo XXI.