"De niño iba para lateral izquierdo"

No. Empecé a jugar al fútbol a los ocho años en los equipos del pueblo, y mi primer puesto fue el de lateral izquierdo. Después me convertí en medio centro, hasta que terminé acercándome al área y ubicándome definitivamente como delantero. Empecé a meter goles, a destacar y me dije que esto era lo mío. Pronto vi que los reconocimientos y los mayores elogios se los llevaba el que metía los goles, y yo los hacía con facilidad así que...

Pues no se crea, tengo fotos que demuestran que en Sonseca era de los más bajitos de mis amigos. Yo quería crecer pero no lograba tirar para arriba. Jugaba de delantero, pero el juego aéreo no era mi fuerte. Por suerte, con 14 años pegué un estirón extraordinario y todo cambió para mí.

Yo a Santillana le vi jugar poco, le recuerdo más por los vídeos. En su época todavía yo no era un acérrimo del fútbol. En los vídeos sí es verdad que comprobé su fortaleza en los remates de cabeza. Para mí es más fresca la época de Hugo Sánchez, Butragueño o Zamorano.

Hugo Sánchez era el típico rematador. Una temporada fue Pichichi con 38 goles y todos fueron al primer toque. Verle en el área como definía era de admirar. Siempre estaba en el área, en el momento oportuno y era perfecto cuando encaraba la portería. Tenía gol y, como decimos nosotros, tenía imán porque todos los balones que caían por el área le iban a él.

Me gusta mucho jugar y participar cerca del área. Cuando el rival no te deja y te obliga a alejarte te tienes que salir y yo ahí lo paso mal. No va con mi estilo de juego. A mí me gusta estar siempre dentro del área y buscar siempre la oportunidad de tirar a gol. Teniendo al lado a gente como Zidane, Figo o Raúl no es necesario que me aleje del área. Yo soy la referencia arriba que buscan y eso es un privilegio y un lujo para mí.

Nunca negué que ese era mi sueño. Ya deseaba esa camiseta cuando llegué, pero estaba Suker, que tenía una categoría increíble, y me quedé con el 15. Cuando se fue Suker fue lo primero que pedí. Es una responsabilidad llevar hoy día el 9 del Madrid y una presión añadida, mayor que en otros puestos. Mi ilusión cuando vine al Madrid era esa. Con Anelka algunos dijeron que debía dárselo pero no estaba por la labor. Creo que en estos cuatro años he demostrado algo y que puedo llevar el 9 del Madrid.

Sí, cuando uno aprende más es con las situaciones malas. En las buenas todo el mundo te adula. Pero ya no estoy preocupado. Esos ocho meses me han servido para valorar a estar en un terreno de juego sin dolor y a disfrutar del fútbol tranquilamente y sin pensar en las lesiones. Estos goles del último mes me han dado tranquilidad.

Yo estoy muy contento con el club, con el presidente y con Valdano. Con la lesión que tuve y encima tener que pasar por el quirófano... Fue cuando ellos me renovaron y confiaron más en mí. Además no ficharon a nadie a pesar de que se le estaba dando mucho bombo al hecho de que era necesario contratar a un delantero centro.

Cuando marqué dos goles al Sparta y venía de hacer otro doblete leí tantas cosas buenas que me dije ‘no puede ser que ahora sea tan bueno y que hace unos meses fuera un manta como algunos creían’. Tampoco ahora soy un fenómeno. No guardo rencor a nadie. Ya no me afectan las críticas.

Cuando fiché por el Madrid estaba convencido de que aquí lo mejor es ganar títulos, por encima de tu rendimiento personal. Este es un club ganador que te da un currículum que nadie más te puede ofrecer. Estoy totalmente vinculado al Madrid, a la ciudad y a la afición y me sería muy complicado marcharme de aquí.

Desde dentro del vestuario sí se vive el Centenario y sabemos que este año será muy importante para el club, que ha hecho un equipo de lo mejor del mundo y de Europa y que hay que demostrarlo con títulos. Para el Centenario el Madrid quiere los tres títulos, y todos están encauzados.

Sí. El martes no podemos desperdiciar el trabajo que hemos hecho en Canarias tragándonos partidos en Playas Pájara y Lanzarote. No vamos a tirar todo eso al traste. Ahora viene lo más bonito de la Copa del Rey y no lo vamos a tirar por la borda.

Cuando marco dos goles y me cambian es cuando menos me duele porque te vas al banquillo con la tranquilidad de saber que has cumplido con tu misión y tu papel en el equipo. Cuando no has marcado y lo estás intentando a lo mejor te sustituyen y no lo entiendes, pero en ningún caso entraré a valorar el trabajo del entrenador porque eso es sagrado y sólo saltaría si el entrenador actuase con mala intención o para hacer daño. Pero eso no sucede, no es el caso... Por eso no entro a valorar que me cambie a mí siempre. El entrenador es el que manda.

Es que el Madrid siempre debe fichar a los mejores del mundo y es normal que se hable de Shevchenko. Tenerle en el Madrid sería un aliciente grande, y si tiene que venir no hay ningún problema. Que venga no significa que yo me tenga que ir. Además, los dos somos compatibles.

Muchos me ven y me dicen que para tener 28 o 29 años me mantengo bien. Es que empecé con sólo 17 a despuntar... Creo que hasta los 33 seguiré disfrutando del fútbol de elite. Me veo muy joven y con un futuro enorme. Tengo mucho por delante.

Figo es muy bueno, pero ya ha ganado un Balón de Oro y creo que es la hora de que la FIFA reconozca la gran trayectoria de Raúl. Es un crack.