"La ACB ha engañado al baloncesto"

Hay que recordar que la ACB tiene firmados dos convenios en materia de extranjeros con la Federación Española y la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP) en los que se limita a dos el número de jugadores extracomunitarios. Los ha incumplido la ACB porque lo que ni ellos mismos discuten es que dichos jugadores no son comunitarios. Y lo que es más grave, ya estaba iniciado el caso Mills cuando estaban firmando dichos acuerdos con lo que deja en evidencia su voluntad por cumplirlos. La ACB ha querido engañar a todo el Baloncesto.

La FEB busca una política de proteger y promocionar el baloncesto nacional, así como incrementar su identidad. Que duda cabe que, con su política, el jugador nacional se siente querido por la Federación, mientras que no puede decir lo mismo la ACB. Prueba de ello son sus últimas acciones en esta materia.

Ellos defienden en los tribunales la entrada de más extranjeros, incluso incumpliendo convenios. Su oferta del pasado verano donde su modelo ideal era 7 extranjeros por equipo y 5 españoles incluyendo en este grupo los comunitarios ya fichados, o sus normas de competición en las que un club puede tener en sus filas 12 extranjeros pero nunca 12 españoles porque están obligados a tener un mínimo de dos foráneos, deja clara su política. Como dice la máxima: "Por sus actos les conoceréis".

La Ley del Deporte lo deja muy claro en este sentido. La competencia es compartida con la FEB y por eso existe el convenio de coordinación y en él la FEB les ha cedido competencias importantes como los árbitros o la Copa del Rey.

Eso es otra de las afirmaciones en las que no podemos estar de acuerdo. Habría que ver cuánto dinero público hay en el capital social de las sociedades anónimas de los clubes, así como la cantidad de subvenciones de ayuntamientos, diputaciones, prestación de pabellones etc... Además, el mayor perjudicado en la desaparición de un club son los jugadores que son a los que normalmente se les adeudan sus salarios y se quedan sin trabajo.

No entendemos tampoco como la ACB se atribuye en exclusiva su formación cuando los clubes fichan a sus jugadores de los colegios o de clubes no profesionales y en su última etapa la mayoría juegan en la EBA y en la LEB sin tener en cuenta los periodos en la selección. Además, ¿de dónde salen los árbitros, o entrenadores? Creemos injusto despreciar a 350.000 jugadores federados o un programa de baloncesto que llega a cuatro millones de niños. Creemos que la formación es compartida. Cada uno con sus competencias.

Lo ideal sería que la ACB respetase lo pactado. Eso, sin lugar a dudas, crearía un clima de mayor confianza hacia la patronal y a partir de ahí pediríamos un esfuerzo a todos para ser mas dialogantes y algo más tolerantes. Es lo que desearíamos ya que el baloncesto español es patrimonio de todos, donde no puede hacer y deshacer lo que le convenga a una de ellas.

Es una considerable irresponsabilidad firmar un acuerdo sobre el número de extranjeros y al día siguiente acudir a los tribunales para aumentar el cupo. A veces parece que algunos rectores de la ACB están más pendientes en la consolidación de la Euroliga que de su propia competición. No es coherente...