Ossa de Montiel se quedó despoblada

"Prácticamente hemos venido todos a Albacete, no sé si se habrá quedado alguien en el pueblo", decía ayer con orgullo Juan José Caravaca, el alcalde de Ossa de Montiel, una localidad de 2.800 habitantes. Allí nació Óscar Sevilla hace exactamente 25 años menos dos días. Y, curiosamente, el edil fue su profesor de matemáticas y ciencias: "Óscar era bastante aplicado".

El alcalde quizá exageró un poco con sus cálculos. Pero sólo un poco. "Hay algunos que no hemos podido ir, porque nuestras obligaciones profesionales no nos lo han permitido, aunque sí es verdad que ha ido mucha gente", contaba a AS telefónicamente María Soledad Méndez, la farmacéutica de Ossa de Montiel.

Este pueblo manchego lleva movilizado toda la Vuelta, porque ha organizado viajes a las etapas más importantes a través de la Peña Óscar Sevilla. "Si somos dos mil y pico en el pueblo, en los días de montaña sólo se han quedado allí el pico", apuntaba uno de sus integrantes. "¡Pero si hay gente que hasta se ha cogido las vacaciones de verano en septiembre para seguir la Vuelta!", matizaba la farmacéutica.

Ayer, unas 10.000 personas de todo Albacete inundaron la meta al grito de "Sevilla, Sevilla". Unos 2.000, los más ruidosos, eran de Ossa de Montiel. Y entre estos admiradores destacaban dos muy especiales: Pepe y Ascensión. Sus padres. A Pepe se le llena la boca cuando habla del chaval: "Estamos muy orgullosos de él, pierda o gane".

Ascensión es un manojo de nervios, sobre todo cuando la entrevistan. Pero esa angustia es mayor cuando ve a su hijo por la televisión lanzándose en algún descenso. "Cuando le veo bajando, me pongo nerviosísima y paso mucho miedo. Me acuerdo de una vez que iba escapado con Beloki en la Vuelta a Cataluña y el periodista dijo que bajaba a una velocidad de ochenta kilómetros por hora. Me quedé sin respiración".