Fútbol | Real Madrid
Guardianes del Bernabéu
El Madrid ha recurrido a la cetrería para evitar que las palomas destrocen el césped replantado.
Les presentamos a Ulises y Bompa, los singulares guardianes del coliseo blanco. El Madrid ha recurrido a la cetrería para evitar que las palomas destrocen el césped replantado. Su presencia amenazante recuerda al vuelo de los Zidane, Figo, Raúl...sobre el área enemiga en las noches de gran fútbol. Rapaces en busca de una presa.
Cuentan que fue hace 3.000 años cuando en China comenzó la actividad de la cetrería y fue introducida en España por los árabes. Siglos después aquella actividad lúdica sirve hoy para cuidar el buen crecimiento del césped del Bernabéu. Ulises (un híbrido entre Halcón Peregrino y Lanario) y Bompa (de la especie Harris) son como el Zidane y el Figo de las palomas que sobrevuelan el pasto comiéndose imprudentemente las raíces. Resultan implacables con sus enemigos.
El vuelo de Ulises y Bompa en el feudo madridista se ha convertido en un motivo más de asombro para los visitantes pero, además, han cumplido al cien por cien con su cometido: las 300 palomas que sobrevolaban diariamente el estadio se han quedado en poco menos de 20.
Guillermo Santalla, socio fundador del criadero Santalla y Cobo, nos explica que la función de las aves es "meramente disuasoria", y el vuelo de un pichón despistado nos lo demuestra: "¿Veis a aquella paloma? Voy a hacer que Bompa mueva las alas...". Dicho y hecho; la paloma se esfumó consciente del peligro. "Ellas saben que este territorio está dominado por su depredador natural. Por la mañana volamos al harris. Éste no suele alcanzar altura, pero, por la tarde, volamos al halcón. Ulises comienza a dar vueltas alrededor del estadio y va alcanzando altura hasta sobrevolarlo. Es capaz de descender en picado a 300 Km/h y mata a sus presas estrangulándolas con el pico. Los harris, en cambio, sólo alcanzan los 100 Km/h y dan muerte a sus presas alcanzándole los órganos vitales con las garras".
La cetrería se ha convertido en instrumento de salvaguarda de aeropuertos, sembrados, monumentos y, ahora, campos de fútbol. El primero que le dio esta utilidad civil fue Félix Rodríguez de la Fuente en la base de Torrejón en 1968. Fue la llamada operación Bahari (nombre con el que designaron al halcón peregrino los árabes). En el Bernabéu, con cíclica periodicidad, Ulises y Bompa espantan a las caprichosas palomas en una versión insólita del miedo escénico.