El patrimonio de Bolshunov sube: 3 oros, 3 pisos, 3 coches
El esquiador de fondo ruso gana también la prueba larga masculina, su quinta medalla en Pekín, y honra a su país que tendrá que cumplir lo prometido. Gran 21º de Imanol Rojo.
Los fuertes rachas de vientos fueron protagonistas del penúltimo día de competición y obligaron a la organización de los Juegos de Pekín a posponer a la jornada final (02:00 horas) la carrera paralela mixta de equipos alpinos (15 equipos de seis hombres y mujeres competirán en una serie de slaloms paralelos), lo que será la última oportunidad para que la estadounidense Mikaela Shiffrin se cuelgue una medalla. Además, los 50 km estilo libre de esquí de fondo deberon ser retrasados y acortadas. La difícil situación meteorológico y el riesgo de quedarse sin luz solar y que las temperaturas bajaran más de lo estipulado en el protocolo de salud se decidió dejar la prueba reina masculina en 28,8 kilómetros (cuatro vueltas a un circuito de 7,1 km).
Los 61 participantes, entre ellos Imanol Rojo (31 años), salían en grupo en unas condiciones muy complicadas y durísimas con rachas de viento de cara aún de 15 km/h y temperaturas rondando los 12 bajo cero. El esquiador de fondo de Tolosa tenía el desafío de superar el 19º de Juan Jesús Gutiérrez en Albertville 1992 y Lillehammer 1994, y el 33º que el propio Rojo calcó en Sochi 2014 (estilo libre) y Pyeongchang 2018 (clásico). El español cerraba los Juegos, tras 21º puesto en el esquiatlón y el 39º en los 15 km), en su prueba fetiche, la que lleva "preparado y entrenando durante cuatro años".
Y el desempeño de Rojo fue magnífico. Se metió y mantuvo con firmeza en la primera selección de 40 esquiadores que pasaba aún en grupo tras completar la primera vuelta, el 25% de la prueba. Los rusos Maltsev, Bolshunov y Yakimushkin, y los franceses Manificat y Parisse decidieron que eran demasiados y cambiaron el ritmo de forma salvaje. Todos en fila, tocaba sufrir. Al paso por la mitad de la prueba ya eran únicamente 15 en el cambio de esquíes para algunos participantes. Rojo perdía ritmo... y también el 'monstruo' Klaebo (que se retiraba en el kilómetro 20), pero el español mantenía una muy buena posición: 25º.
Al paso por la tercera vuelta, el 75% del recorrido, el grupo de aspirantes era ya únicamente de diez con cuatro rusos, dos noruegos, dos franceses, un norteamericano y un sueco. Rojo, fantástico, marchaba 17º. Increíble actuación del de Tolosa. Faltando cuatro kilómetros, el ruso Alexander Bolshunov (oro en esquiatlón y en el relevo masculino) lanzó un ataque foribundo que sólo aguantaron sus compatriotas Maltsev y Yakimushkin, y los noruegos Krueger y Roethe. Batalla ROC-Noruega. Bolshunov no hacía prisioneros y fue encadenando arreones hasta que dejó sin opciones alos rivales. Tercer oro para el esquiador de Podyvotie (25 años) por delante de otro ruso, Ivan Yakimushkin, y el noruego Simen Hegstad Krueger. Triple triunfo para el tovarich, quinta medalla en China, y aumento importante de patrimonio para él ya que cada cada presea dorada va acompañada de un coche y un piso por parte del gobierno de Putin.
¿Y Rojo? 21º, a 3:17, tras perder alguna plaza en el esprint de su grupo. Fantástico el guipuzcoano que iguala la posición del esquiatlón y mejora su plaza histórica personal en la prueba reina en unos Juegos Olímpicos de Invierno. "Hago un balance muy positivo de estos Juegos ya que he mejorado todas mis marcas anteriores”, decía Rojo.