Pleitesía a la princesa china que negó a EE UU: 2º oro, 3ª medalla y el OK de su abuela
Ailing Eileen Gu (18 años), icono de 1.400 millones de personas, reina en Pekín y recibe la aprobación de su criadora que quería verla "médico o abogado".
Pekín 2022 ya tiene reina, Ailing Eileen Gu. La prodigiosa esquiadora acrobática (18 años), nacida y criada en San Francisco, que 'traicionó' a EE UU en 2019 tras adoptar la nacionalidad de su madre "para inspirar a millones de jóvenes allá donde ella nació" se ha colgado en freeski halfpipe su segundo oro en los Juegos tras el logrado en 'Big Air', tercera medalla (plata en slopestyle asólo 0.33 puntos de la victoria), enamorando a un país de 1.400 millones de personas, multiplicando por diez sus millones de seguidores en Weibo, el 'Twitter' chino, en lo que va de 2022, y siendo la primera de la historia en lograr tres medallas en esquí acrobático en los mismos Juegos Olímpicos de Invierno.
Gu certificó prácticamente el oro en la última competición de los malabaristas del aire con una primera ronda de 93.25, pero quería más. Dos trucos 900s seguidos de apertura más otra pareja de 'alley oop' 540s para cerrar, unido a una parte central ejecutada con una brillantez, una potencia y una altura inalcanzable para sus rivales le otorgaron 95.25 puntos. Nadie podía llegar a ella. La última ronda no era necesaria. Gu lloraba, se abrazaba a los miembros del equipo chino, reía, gritaba... No se puso ni el protector y se metió en el medio tubo del Secret Garden simplemente para celebrar que la 'Princesa de las nieves' era coronada reina... y recibía por fin el visto bueno de la persona que le crió.
"Ella nunca me había visto competir, no creo siquiera que me haya visto esquiar. Siempre me dijo que esquiara por diversión y que luego aún tenía tiempo de formarme para ser médico o abogado".
"Ella nunca me había visto competir, no creo siquiera que me haya visto esquiar. Sólo me dice: 'Cuídate y únicamente piensa en aterrizar. Me siento muy honrada de tenerla aquí", explica Eileen acerca de la última admiradora que le quedaba por conquistar: su abuela. La persona que le crió junto a su madre en San Francisco estaba presente en Pekín por primera vez. "No creo que se inmute ni se impresione, pero ha venido a verme por primera vez. Siempre me dijo que esquiara por diversión y que luego aún tenía tiempo de formarme para ser médico o abogado. Pese a ser pequeña de estatura, es enérgica, ferozmente segura de sí misma, divertida y feliz todo el tiempo", concluía Gu sobre su abuela, que fue ineginero de profesión y jugadora de baloncesto en la universidad, antes de apostillar: "Estoy feliz por fin de mostrarle mi deporte y mi pasión en directo".
Estrella del deporte, de la moda y de los estudios.
Gu habla a la perfección inglés y chino mandarín y además de ser una estrella del deporte es modelo profesional de pasarela con desfiles en Milán o París, o portadas en Vogue y Cosmopolitan; y numerosos contratos con firmas de moda o relojes. Por si fuera poco sus brillantes notas, que incluyen hacer los dos últimos cursos de secundaria en un solo año para preparar los Juegos, le han otorgado plaza en la prestigiosa Universidad de Stanford. Comenzó a esquiar con tres años y con 15 ganó su primera prueba de la Copa del Mundo.
Los Juegos Olímpicos de la Juventud disputados en Lausana (Suiza) en 2020 fueron su explosión con dos títulos y los X Games 2021 le catapultaron al estrellato deportivo con dos oros siendo la primera china en ganar en el culmen de los deportes extremos. "Mi objetivo es ganar tres medallas y al menos un oro olímpico", afirmaba sin tapujos el icono del país organizador, reto que ha cumplido con creces, al que Forbes le señala como la persona más joven en formar parte de su influyente lista '30 Under 30'. Gu reina mientras honra continuamente a China, comiendo por ejemplo durante la competición shaobing (pan plano horneado relleno de carne, tipico de la cocina china), mientras el país asiático mira por encima del hombro a EE UU gracias a su icono deportivo.