Gremaud le roba la gloria a la 'Princesa de las nieves' por 0.33
La suiza, que se metió en la final con la peor nota, se lleva el oro de freeski slopestyle ante Ailing Eileen Gu, que suma su segunda medalla en Pekín.
Ailing Eileen Gu ya tiene dos medallas en Pekín. El icono y emblema de China en sus Juegos se colgó la medalla de plata en freeski slopestyle tras el oro en 'Big Air'. La fabulosa esquiadora acrobática de 18 años que nació y se crió en San Francisco y adoptó la nacionalidad de su madre "para inspirar a millones de jóvenes allá donde nació mi madre es una ocasión única de contribuir a promover el deporte que amo" se quedó a 0.33 puntos de la gloria nuevamente. Esa escasa ventaja fue la diferencia que le sacó la suiza Mathilde Grimaud, que se había metido en la final con la peor nota, la 12ª.
Precisamente en esa clasificación previa, Gu volvió a llegar al corazón de sus millones de seguidores que se han multiplicado por seis en Weibo, el 'Twitter' chino, en lo que va de 2022. Mientras esperaba la nota de los jueces, la también modelo (con un fabuloso con IMG Models, la agencia que representa a Bella Hadid, Kate Moss o Hailey Bieber; y otros no menos importantes como Louis Vuitton o Victoria's Secret) se sacó del bolsillo un shaobing (pan plano horneado relleno de carne, tipico de la cocina china) y lo degustó dando una imagen de cercanía y normalidad que China ha valorado de forma espectacular. El hashtag 'shaobing Gu' reventó las redes sociales. Además, Gu disfruta haciendo muecas graciosas con su cara cuando le apuntan las cámaras, algo que también hace las delicidas y rompe tabúes de la perfección que quieren casi siempre aparentar las modelos.
Con una sonrisa siempre perenne en su rostro, Gu aguantó la presión de manera espectacular para cazar su segunda medalla tras errar en la primera bajada y lograr una nota que no le permitía morder metal en la segunda. En la ronda final era un todo o nada. Cientos de chinos ondeaban sus banderitas soportando los -21º de temperatura y Gu no falló. Gran desempeño de la 'Princesa de las nieves' para sumar 86.23 por los 86.56 de Gremaud y los 82.06 que le valieron el bronce a la estonia Sildaru. Tan escasa diferencia, con cierta polémica porque quizá merecía una mejor nota, no borró la alegría de Gu. Todo lo contrario.
Saltó, abrazó a Gremaud, se acercó al público, se hizo fotos, disfrutó de la entrega de la mascota oficial y de la medalla y atendió a los medios: “¡Estoy tan feliz! Ha sido una competición difícil, no sé por qué me presiono tanto”. Quizá tener miles de millones de ojos pendientes de ella tenga algo que ver. El jueves buscará la clasificación para la final de halfpipe y el viernes seguir haciendo historia para China cumpliendo su promesa previa. "Mi objetivo es ganar tres medallas y al menos un oro olímpico", había señalado. Sólo le queda el 33% de su misión, el mismo número que le ha valido a la suiza Gremaud para robarle su segundo oro en Pekín.