Clásico olímpico: Canadá y Estados Unidos, a por el oro
Canadienses y estadounidenses, tras superar a Suiza y Finlandia respectivamente, se medirán por sexta vez en la final de hockey hielo femenino.
No tienen rival. Canadá y Estados Unidos arrasan en el hockey hielo femenino. Es rutina histórica y estos Juegos Olímpicos no han sido la excepción: se medirán en la final para buscar el oro pekinés (jueves, 17 de febrero, 5:30 hora española). El conjunto canadiense llegaba a las semifinales tras endosarle once goles a Suecia y para Suiza han sido diez. 10-3 como resultado final para dar continuidad a un torneo inmaculado, que arrancó con un cuatro de cuatro en fase de grupos y un +28 en la diferencia de goles. Ahora, sumando los resultados de las rondas del todo o nada, ya es un +46. En total, 53 tantos a favor que han reventado su anterior récord, de 44, firmado en 2010. Y a falta de un partido, el más importante. En las cotas mayores, el despliegue aún es más imponente. Aviso para navegantes. Aviso para las vigentes campeonas, las estadounidenses, que llegan a la cita por el oro con menos holgura y sin brillo tras superar a Finlandia (3-1).
Sus veinte campeonatos mundiales (once de Canadá por nueve de Estados Unidos) no mienten. Sus resultados en la tradición olímpica (cuatro por dos, respectivamente), tampoco. Canadá no ha faltado nunca a su cita por la máxima presea. Desde que se implantara el torneo femenino en los Juegos, siempre ha estado. 24 años ya, desde Nagano 1998. Siete finales seguidas para la historia. Esta, con un valor especial, con rabia acumulada: en PyeongChang, el premio se quedó en plata. EE UU, que sólo faltó a la final en Turín (2006), se llevó el 'clásico' que, por quinta vez (de seis), decidirá el campeonato.
El llamamiento de venganza está lanzado. Las suizas, tras sufrirlo en sus propias carnes, lo pueden describir a la perfección. Canadá es una selección que abrasa, que no regala ni medio centímetro y que, a cuanta más sangre, más daño hace. Ha sido la constante en Pekín. Las jugadoras de Try Ryan tienen un don especial: el segundo gol siempre les resulta más fácil que el primero. Y suele llegar con celeridad. Suiza pudo contener el asedio durante siete minutos, pero cinco después ya perdía por cinco tantos. 5-1 en el primer parcial, 3-2 en el segundo (los dos goles suizos, en superioridad) y 2-0 en el tercero. En ellos, 61 tiros a portería. 51 paradas de las arqueras suizas, Andrea Braendli y Saskia Maurer, por 10 de la canadiense, Ann-Renee Desbiens. Bajo palos, el viaje hacia el oro está siendo muy tranquilo.
Estados Unidos triunfa en el barro
En el lado yankee, la vida es menos bella. Su travesía en Pekín tiene muchos más baches que la de Canadá. Sin ir más lejos, las estadounidenses ya saben qué es sucumbir en Pekín ante el poderío vecino. Se enfrentaron en la fase de grupos y las de Ryan se impusieron por cuatro goles a dos. Desde entonces, Estados Unidos ha tenido que superar a República Checa (4-1) y Finlandia.
En ambos casos, cerrando el primer parcial sin goles. En semifinales, además, sin terminar de destapar el tarro de las esencias. Sin cerrar el partido hasta el tramo final del tercer parcial y cambiando el hielo por el barro en un choque duro, tanto a nivel físico como mental. Hilary Knight, quién si no, triunfó en medio de todo ello. A sus 32 años, estaba en su 21º partido olímpico, el récord estadounidense (compartido con Angela Ruggiero y Jenny Potter), y marcó su 25º tanto para colocarse en el segundo escalón histórico nacional. Lo hizo al inicio del segundo parcial, en medio de una discutida superioridad, y limpió la pista para avanzar. Otro clásico, como la final.