Ceballos se pierde la final
El utrerano lo intentó todo pero las sensaciones en el último entrenamiento fueron malas y no estará disponible mañana. “No ha podido ser”, dijo.
Dani Ceballos no va a estar en la final de los Juegos Olímpicos este sábado contra Brasil (13:30 horas, La 1). El utrerano tenía una prueba definitiva en el último entrenamiento, en el que iba a participar con el grupo sin ningún tipo de restricción con la intención de probarse y medir si podía estar. Las sensaciones fueron malas y ni siquiera pudo terminar el entrenamiento.
El propio jugador hizo público en sus redes sociales que no va a estar en la final: "He trabajado duro y de la mano de este increíble cuerpo médico para poder volver a jugar en este torneo que tanta ilusión me hace, pero no ha podido ser. Toca ayudar al equipo de manera diferente. Vamos a por el oro. Gracias a todo el mundo".
El madridista se lesionó en el primer partido, el 22 de julio contra Egipto, cuando sufrió una durísima entrada al final de la primera mitad. Estaba siendo el mejor de España, pero en esa acción cambió todo para él. Sufrió un esguince de grado II, cuyo tiempo de baja estimado es de tres a cuatro semanas. Desde que conoció el diagnóstico, se puso a trabajar para acortar los plazos.
Ceballos quiso incluso reaparecer en cuartos de final, pero Luis de la Fuente le frenó. "Hubo que decirle 'Dani, piensa en tu tobillo'", confesó el seleccionador en la entrevista que concedió a AS. El entrenador siempre le dijo que sólo iba a reaparecer si no existía ningún riesgo para su salud y tenía el OK de los médicos.
Eso no ha sucedido, porque la realidad es que el tobillo de Dani Ceballos tiene un enorme riesgo de empeorar si juega la final contra Brasil. El futbolista, comprometido al 100% con este equipo, lo ha intentado todo pero el riesgo es demasiado grande para un futbolista al que todavía le queda toda su carrera por delante (el día de la final cumple 25 años). Será un cumpleaños amargo, distinto al que soñó, pero sus compañeros pueden endulzarlo consiguiendo un oro que dedicarle...