El Team USA huele a oro
Destrozó a Australia con un gran parcial en el tercer cuarto (32-10) y se planta en su cuarta final consecutiva. Kevin Durant enchufó a los yankees cuando estaban -15 y Booker remató.
El Team USA ya está en la final de los Juegos de Tokio. Pese a la fantasmagórica concentración de Las Vegas, con aislamientos y semiaislamientos COVID, las derrotas en dos amistosos contra Nigeria y Australia, el viaje a última hora de Zach LaVine y los tres finalistas NBA; y la derrota en el partido inaugural contra Francia que permitió hacer castillos en el aire a algunos analistas, estadounidenses incluidos, se ha puesto las pilas durante el torneo y con dos pisotones en el acelerador, los días de España y este viernes contra Australia en la semifinal (97-78), se queda a las puertas de su cuarto oro consecutivo, por el que peleará en la madrugada del viernes al sábado (4:30, hora española).
Kevin Durant, alma-mater del Team USA, relevo de los primeros líderes del Redeem Team (Kobe, LeBron, Carmelo); jugador que convierte en arte el baloncesto por la estética de su juego, lideró el triunfo con 23 puntos. El de Washington hizo sonar la alarma en el equipo cuando Australia cogió un buen puñado de puntos de diferencia. Se apoyó en Holiday y, ya en la segunda parte, en Booker, al que sólo hay que ver un rato para entender por qué los Suns han alcanzado las finales de la NBA esta temporada.
Australia quiso creérselo y jugó dispuesta a presentar batalla. Está en el ADN de los boomers. Seguir luchando, aunque se hayan estrellado históricamente. Y jugaron a toda mecha, hasta el punto de sorprender al inicio al Team USA, que asistió un poco atónito al 26-41 del minuto 15. Con una buena defensa de ayudas y un buen juego de transiciones, Australia se fue estimulando a sí misma. Dante Exum estuvo brillante, Goulding metió los triples y Mills e Ingles pusieron los puntos de la experiencia. El 26-41 era un resultado sorprendente. Durant, que se había sentado con 20-29 en el pico alto de Australia, regresó para poner las cosas en orden antes del descanso. Pese a meter sólo dos de los trece triples que tiró (15%), el Team USA se marchó con sólo tres puntos de desventaja al descanso (39-42). Durant había sumado 15 puntos y Jrue Holiday, jugador con fantásticos conceptos del juego colectivo, había dado seis asistencias.
Dos canastas de Holiday abrieron el fuego de la segunda parte. Después de cierto sufrimiento, Estados Unidos ya estaba por delante. Y, otra vez, apareció, insultante, Kevin Durant, que remató un parcial de 28-4 para mandar el partido a un 54-45. Australia dejó parecer ese equipo exuberante y casi infalible de la primera parte. Cuanto más se humanizó, más se agigantó el Team USA, con la aparición de Booker, otro jugador fabuloso, un killer que tiene menos protagonismo en el Team USA que en Phoenix, pero que es un jugador absolutamente letal y levantó la mano. El tercer cuarto terminó con los de Popovich desatados y LaVine volando por los cielos del Saitama Arena. El parcial del periodo (32-10) terminó con la semifinal. El último cuarto fue un show para voluntarios y miembros de las delegaciones que dieron cierto color a la grada del Saitama Arena. Australia ya se había marchado del partido, tal vez pensando en guardar fuerzas para intentar el asalto a la primera medalla de su historia. Estados Unidos dejó pasar el tiempo y caminó hacia el vestuario, desde donde se respiraba un intenso aroma a oro.