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JUEGOS OLÍMPICOS | BALONCESTO

Francia, rival en semifinales de la invicta Eslovenia de Doncic

Una gran Francia bate a Italia por 75-84 y se mete entre los cuatro mejores de unos Juegos por primera vez en 21 años. Batum, Gobert y Fournier marcan la diferencia.

Rudy Gobert, cierra la victoria de Francia ante Italia con este mate.
FIBA

La Eslovenia de Luka Doncic, ese equipo que desde que debutara su estrella en el Eurobasket 2017 apila 17 victorias consecutivas entre aquella cita, el Preolímpico de hace un mes y lo que va de Juegos, ya tiene rival en semifinales. Será Francia, un enemigo a la altura de sus aspiraciones, candidato a todo, y el único de momento capaz de batir a Estados Unidos, aunque fuera en el partido inaugural. La Francia del sempiterno Vincent Collet en el banquillo, la de Rudy Gobert (22 puntos y 9 rebotes) y, por supuesto, la de un fantástico Nicolas Batum (15+14+3 asistencias+3 robos+2 tapones) y la del cañonero Evan Fournier (21) acabó con las aspiraciones de una renacida Italia (75-84), puro corazón y nervio a la que lastraron sus 16 rebotes menos y su pobre 7 de 33 de tres (4 de 26 en los tres últimos cuartos). Más músculo, más talento y más experiencia competitiva en Francia y, sin embargo, todo se resolvió en los dos minutos finales. Las 20 pérdidas de los vencedores (De Colo añadió 5 y Fournier, 4) retrasaron su éxito.

El duelo arrancó como se preveía, un pulso entre la versatilidad y velocidad interior italiana, con el triple como arma, frente al poderío físico francés. El primer cuarto fue transalpino (25-20), en el segundo mandaron los de Collet con la aparición del gigante Moustapha Fall dando relevo a Gobert. Con Poirier en pista hicieron coincidir a dos cincos mientras Batum ejercía de alero alto. Buenos minutos de Heurtel al mando. Fall, 2,18 m y 29 años, nuevo jugador del Olympiacos, tuvo un tramo dominador en ataque y defensa. Italia respondió con sendos cañonazos de Gallinari y Polonara, mientras que Fournier en ataque y Batum en todo el campo completaban una enorme labor.

El seleccionador Meo Sachetti topaba con un problema repetido, la falta de dirección en su escuadra, con un Nico Mannion muy anotador (y no esta vez) y muy poco director. Alessandro Pajola tampoco tenía su día. Francia aplastaba en el rebote (19 a 34 en el minuto 27) y encontraba más efectivos con la aparición, aunque fuera a fogonazos, de un De Colo inédito hasta la reanudación, que aportaba solo desde la personal y con sus pases de canasta (7).

Entre Fontecchio y Gallinari, 44 puntos

Batum era el chico ejemplar para todo y Gobert se disparaba en las alturas, incluso en alguna transición tras varias pérdidas italianas (seis en el tercer periodo). Demasiada presencia para una Italia polivalente, con mucha casta y con Simone Fontecchio amenazando siempre, pero limitada, tanto en kilos y tamaño en la pintura como en poso al timón. La actuación gris de Melli, vital en la importante victoria frente a Nigeria, fue otra losa en las aspiraciones de los azzurri, que, pese al viento en contra, se rebelaban a su destino. Lo hicieron Fontecchio, que apiló 12 de sus 23 tantos en el último cuarto, y Gallinari (21).

Del 54-64 con el que se abrió el último acto al 73-73 a falta de solo 2:30. De atrás hacia delante, como en el duelo inaugural ante Alemania. Esta vez, sin embargo, pesó el poderío del adversario y no culminaron la remontada. Thomas Heurtel embocó un triple decisivo (73-76) y, ya en el último minuto, asistió para que Gobert machacara y casi sentenciara el triunfo: 75-80. Francia cumple el pronóstico, un fijo en la élite en la última década en Europeos y Mundiales, regresa a una semifinal olímpica 21 años después de Sidney 2000, cuando se colgó la medalla de plata.