Las Guerreras y una Hungría rota

La vida se ha vuelto bella para las Guerreras. Después de la nube negra del debut contra Suecia, el equipo de Carlos Viver ha recuperado la sonrisa. Primero, con una remontada espectacular contra Francia; y luego, con la exhibición de Silvia Navarro frente a Brasil. Con esos cuatro puntos, las Guerreras ya sólo tienen por delante a Suecia en la clasificación, pero detrás tienen a tres selecciones con tres: Brasil y Francia, a las que ya ha ganado; y Rusia, a la que se medirá en la última jornada. Ganar a Hungría le permitiría no meterse en esa telaraña de equipos igualados y asegurar los cuartos.

Su rival este sábado (12:30 horas) es Hungría, que volvía doce años después con ilusión a unos Juegos pero ha perdido todo lo que ha jugado y ha ido a menos en el campeonato. Ha encajado 101 goles en los tres partidos. Hay motivos para el bajón. La capitana, Aniko Kovacsics, se resintió en un entrenamiento después del primer partido contra Francia de los problemas que tuvo en uno de sus hombros hace unos meses, y tuvo que ser sustituida. Pero hubo más. Zita Zsucsanszki también se lesionó en el partido contra Rusia. Las dos constructoras principales del juego húngaro están fuera, y su balonmano queda en manos de una chica de 20 años, Petra Vamos. Ahora, su fuerza está en los extremos, con la zurda Victoria Lukacs y las extremo izquierdo, diestras. Nadine Schatzy y Greta Marton.

Carlos Viver, sin embargo, no quiere confianzas. El equipo se ha ido encontrando. Desde la portería, con Silvia Navarro (es posible que por rotaciones hoy sea el día de Merche Castellanos), a los extremos, con Carmen Martín y las López malagueñas, Sole y Marta, pasando por el central, con ese seguro que es Nerea Pena, los laterales (Cabral, Almu Rodríguez y Lara Fernández) y el pivote, donde trabajan Eli Cesáreo y Ainhoa Hernández. Las Guerreras están en marcha y, para empezar, este sábado quieren resolver su paso a cuartos de final.