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JUEGOS OLÍMPICOS | BALONCESTO

Doncic, el reto "divertido"

Scariolo calificó así la misión de frenar a quien el Oveja Hernández calificó "el mejor jugador del mundo, NBA incluida". "Duplica o triplica las expectativas", explicó el Chacho.

Tokio
Luka Doncic, en su debut en los Juegos.
Gregory ShamusGetty Images

El tifón Doncic ha irrumpido en Tokio antes incluso de lo que muchos pensaban. La memorable actuación del escolta esloveno de los Mavericks contra Argentina, 48 puntos, celebrada con posterior juerga en el edificio de los balcánicos en la Villa Olímpica, asombró al mundo. "Siempre duplica o triplica las expectativas", resumía bien Sergio Rodríguez. El Chacho, ex compañero del esloveno en sus inicios en el Madrid, ya anunció en 2018 su éxito en la NBA. Pero, como todos, se sorprende de su capacidad para ir superando listones.

Doncic es el primer gran personaje del baloncesto en los Juegos. Hay quien lo esperaba. Por ejemplo, el seleccionador argentino, el Oveja Hernández. "Ya lo dije hace dos años y, si quedaba alguna duda, me lo ha demostrado en la cancha. Es el mejor jugador del mundo, NBA incluida". También Sergio Scariolo, que quedó impactado de la actuación de Luka y, por extensión, de Eslovenia en el preolímpico de Lituania. "Realmente, parecen poseídos", dijo en una entrevista con AS antes de los Juegos en la que ya intuía que Doncic ("un crack para el que se quedan cortos los adjetivos") iba a ser un nuevo desafío en su carrera como entrenador. "En general, son retos bonitos, divertidos. A lo largo de mi trayectoria he tenido esta clase de problemas y son los que te hacen mejorar. Si aciertas, adquieres experiencia positiva. Si fallas, te permite crecer. He podido jugar realmente contra los mejores jugadores de estas últimas décadas y cada uno ha requerido un trabajo importante". Scariolo profundizó en el asunto: "La cuestión siempre es la misma. Encontrar el equilibrio entre lo que sería ideal hacer y lo que es trasladable a los jugadores cuando apenas tienes un día para preparar un partido. Ese es el juego de la competición corta, del playoff, en los que ves incluso con claridad cuál es el escenario ideal para limitar un jugador o un equipo. Pero luego hay que pensar qué es realista, qué puedes conseguir en tan poco tiempo, cómo hacerlo, a qué renunciar, qué es irrenunciable. Ese es un poco el juego de la preparación de un partido".

Aunque a España todavía le queda un partido durísimo contra Argentina, la actuación de Doncic, sus lazos con el Madrid y con jugadores como Rudy, Llull, el Chacho, generan una expectación desbordante para el partido de este domingo, más después del recuerdo de aquella semifinal del Eurobasket de 2017 en la que Doncic, con Dragic al lado, ya desarmó a España. Aquella fue la revolución verde. Esta Eslovenia tiene unas trazas similares, porque el equipo juega desbocado, con una fe tremenda en lo que hace.

Será curioso ver qué prepara Scariolo, que ha podido vigilar la progresión de Doncic estas tres temporadas en la NBA. Tal vez el último partido donde tuvo que plantearse algo así a nivel de selección fue contra Australia para frenar a Mills en la semifinal del Mundial 2019. Para frenar a Doncic, tiene ciertos recursos: Claver, Abalde, Abrines, Garuba, más Rudy y Llull que le conocen bien... Pero más que el quién, será el cómo. Sergio Hernández, seleccionador argentino, lo intentó con unos cuantos y, sobre todo, lo intentó desde lejos, para intentar desgastarlo en la subida del balón. Doncic salió del problema con sencillez. Será interesante ver cómo analiza Scariolo los datos del jugador con sus ayudantes y hasta dónde es capaz de neutralizar al esloveno. Durante estos años, ha conseguido desmontar a grandes jugadores y encontrar soluciones. Lo de Doncic, sin embargo, es un fenómeno asombroso.