Popovich, horrorizado con su labor: ¿guerra abierta en EE.UU?
Los jugadores de Estados Unidos acusan a Popovich de querer jugar "como en los Spurs", mientras que el entrenador no da con la tecla desde su llegada a los banquillos FIBA.
Estados Unidos está en un lío. Ya no por haber perdido tres de los cuatro partidos que han disputado desde que iniciaron la preparación y se metieron en los Juegos. Tampoco por caer en su estreno en Tokio. El combinado norteamericano está sufriendo las consecuencias de las inesperadas (o no tanto) derrotas y tiene un problema de gestión interna que deberá resolver cuanto antes si quiere enderezar la situación y ganar un oro que no se escapa desde Atenas 2004. La derrota contra Francia ha levantado ampollas y alguna molestia entre los jugadores y Gregg Popovich y lo que pase en los próximos días determinará hasta qué punto el problema es real y si se podrá solucionar y traducirlo en resultados deportivos en forma de medalla de oro, el objetivo inequívoco del siempre temible equipo estadounidense.
El concepto siempre temible ha perdido algo de fuelle en las últimas fechas. Ya en el Mundial de China, en 2019 y en el debut de Gregg Popovich como entrenador, Estados Unidos cayó antes de tiempo y se quedó fuera de la lucha por las medallas. Ahora, en 2021, se presentan a los Juegos de 2020 con una plantilla notoriamente inferior a la de las últimas citas olímpicas. Es un ciclo: ganan, se relajan, caen y vuelven a armarse con las principales estrellas de la NBA, hoy ausentes al margen de Kevin Durant y Damian Lillard. Pasó en 1988, antes de que, cuatro años después, se formara el famoso Dream Team. Y tras la ristra de fracasos que hubo de Indianápolis 2002, hasta Japón 2006, pasando por Atenas 2004, se volvió a formar un equipo temible para Pekín 2008, con un éxito rotundo que se repitió en 2012 y 2016.
Ahora, parece que el ciclo negativo se repite, y ha coincidido con Popovich en el banquillo. En 2019 faltaron estrellas, y en la presente cita olímpica más todavía. El coronavirus ha hecho que se caigan unas cuantas, y las lesiones alguna otra, por lo que Estados Unidos juega con gente que pertenece a la burguesía de la Liga (Keldon Johnson, JaVale McGee...), pero no a la primera línea, donde se sitúan Lillard y Durant... pero poco más. El poco tiempo de preparación, las prisas para encontrar sustitutos y la falta de aclimatación al baloncesto FIBA han provocado derrotas inesperadas en la preparación y en el debut ante Francia. Y, a raíz de esto, se han desatado algunos problemas internos entre el cuerpo técnico y los jugadores. Y del propio Popovich consigo mismo.
Según ha revelado un artículo de AHN FIRE DIGITAL, los jugadores estarían molestos con la insistencia de Popovich en imitar el juego de los Spurs, especialmente en ataque. Además, han hecho referencia a un artículo de The Athletic escrito por Joe Vardon, en el que se asegura que Popovich está horrorizado con su propio récord. Es más, su porcentaje de victorias está incluso por debajo que el que tiene con los Spurs... en más de dos décadas. El técnico es uno de los mejores de la historia en los banquillos, pero algunos ya empiezan a hablar de un relevo para el próximo ciclo olímpico. Aunque, claro, él no tiene la culpa de que muchos hayan renunciado a Tokio. Eso sí, o las cosas se enderezan para ellos, o habrá consecuencias. Es un mantra casi convertido en tradición. Siempre las hay.