España debuta con la mayor paliza de la historia

Estreno plácido de la Selección femenina de waterpolo, que no tuvo contemplaciones con Sudáfrica. Un partido para abrir boca, para aumentar el casillero de goles y para que se adapten las de Miki Oca a una competición que a partir de la próxima semana ya no tendrá descanso. El 4-29 final es el reflejo de las diferencias que hubo en el agua y es histórico: es la mayor paliza de la historia olímpica del waterpolo tanto masculino como femenino después de 1.035 encuentros. Fiel a su manual, el técnico decidió dar minutos a jugadoras llamadas a tener menos peso en Tokio, como la debutante de apenas 16 años Elena Ruiz, del CN Rubí, autora de cinco goles.

Ella misma anotó dos tantos antes del descanso. Se quitó los nervios y siguió manteniendo el nivel que ha demostrado en la División de Honor femenina. El primer parcial finalizó 2-5 para las españolas, que prácticamente en cada ataque, lanzaron. Anni Espar, en dos ocasiones, Rosser Tarragó e Irene González se encargaron de poner el 2-5 y abrir brecha.

Consciente de que el momento clave del torneo estará en los siguientes encuentros ante Holanda, Australia y Canadá, partidos que determinarán el orden del grupo, evitar a Estados Unidos en cuartos de final es el camino directo a las medallas. Mientras esos pensamientos siempren rondan por la cabeza de las jugadoras, el encuentro fue avanzando y el parcial del segundo periodo fue demoledor: 3-14 para las españolas.

Sudáfrica es una selección menor, campeona de su continente, por lo que se ganó la plaza por el cupo del Comité Olímpico Internacional. En ocasiones, ha tenido que renunciar por la imposibilidad de pagarse el viaje. Ante España, hicieron lo que pudieron, defendiendo las extremos debajo de los palos, sin poder en ocasiones finalizar sus ataques por su mala organización. Finalmente el encuentro finalizó 4-29. Un debut sin miga antes de la gran batalla de las guerreras del agua. El próximo encuentro será ante Canadá el lunes a las 12:50.