JUEGOS OLÍMPICOS | HALTEROFILIA
La fuga de Ssekitoleko llega a su fin: "Es todo muy confuso"
El halterófilo ugandés se había marchado de su hotel el viernes al saltarse un test de COVID. "Quiero trabajar en Japón", escribió. Fue localizado en el centro de Japón este martes.
La fuga de Julius Ssekitoleko en los Juegos de Tokio acabó pronto. Este halterófilo abandonó el viernes enigmáticamente la concentración de Uganda en un hotel de Izumisano, en la zona de Osaka. Luego se descubrió el misterio, había abandonado la burbuja en busca de una vida mejor. "Quiero trabajar en Japón", puso en una nota. Este martes fue localizado por la policía en Yokkaichi, una localidad de la prefectura de Mie, en el centro de Japón.
Lo último que se supo de Ssekitoleko fue el propio viernes, cuando se le vio en la estación de Nagoya, dispuesto a coger un tren bala. Se había dejado el pasaporte y se saltó las pruebas diarias de saliva para detectar la COVID a las que obliga la organización de los Juegos de Tokio. Allí se encienderon las alarmas sobre el paradero del levantador de pesas.
El asunto se convirtió en cuestión de estado en Japón, que vive con alta sensibilidad las normas COVID ante la llegada de los Juegos. Los deportistas no pueden desplazarse a lugares que no sean centros de entrenamiento, competición u hoteles y su plan debe haber sido aprobado previamente por el gobierno nipón. “Queremos que lo encuentren lo antes posible, el hombre puede estar pasándolo mal”, dijo un portavoz del ayuntamiento de Izumisano.
Preocupación en Japón, enfado en Uganda
Más beligerante y enfadado se vio al presidente de la Federación Ugandesa de halterofilia, Salim Musoke: “La desaparición de atletas no es buena para Japón. Estoy deseando que lo atrapen y lo expulsaremos del deporte”. Sin embargo, no es la primera vez que un equipo de Uganda sufre abandonos de sus deportistas para quedarse en el país visitante.
Según Musoke, Ssekitoleko no iba a participar en los Juegos porque no tenía el nivel adecuado y este martes tenía previsto el vuelo de regreso a Uganda. El director ejecutivo de los Juegos de Tokio, Toshihiro Muto dio la mejor describición del affaire: “Es un caso muy confuso”.
No es la primera vez que la delegación ugandesa es protagonista en esta víspera de los Juegos de Tokio porque se comunicaron los positivos de un oficial y un deportista. Nueve deportistas tuvieron que confinarse. Se desconoce si uno de ellos fue Ssekitoleko.