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JUEGOS OLÍMPICOS | NATACIÓN ARTÍSTICA

La denuncia de Ona y otras madres contra Tokio 2020

La nadadora de sincro reitera en un vídeo que su hijo de once meses no podrá viajar. Otras deportistas sí lo llevan, pero denuncian la poca sensibilidad.

Ona Carbonell y su hijo Kai.
Ona Carbonell.

Cuando compita en la piscina olímpica de Tokio la segunda semana de los Juegos, su hijo Kai cumplirá un año mientras ve a su madre por la televisión en su domicilio de Barcelona. Pese a ser lactante, Ona Carbonell ha decidido que su hijo no viaje a causa de las condiciones exigentes que puso la organización. La nadadora de natación artística, que ya explicó en este diario la resolución de este caso la semana pasada, ha realizado ahora un vídeo donde reitera la incompatibilidad de ser deportista y madre al mismo tiempo de una manera completa.

"Mi pareja debía estar con mi hijo en una habitación de hotel encerrados durante todo lo que dure mi estancia allí (unos 20 días) y yo debía desplazarme desde la villa para hacer la lactancia. No puedo poner en riesgo al equipo, lo mío no es un deporte individual, y además tampoco pueden estar mi pareja y mi hijo tres semanas metidos en un hotel. Las condiciones no son buenas y me gustaría visibilizar para que compaginarlo pueda ser en el futuro normal”, dijo Carbonell, que se mostró “decepcionada” en sus redes sociales.

La nadadora de 31 años, que vivirá con toda probabilidad se adiós olímpico, descartó desde el primer momento llevar a su hijo. Para ello, pensó en “llevar el sacaleches a Tokio para no perderla”, pero meses después, y a apenas tres semanas del comienzo de los Juegos, la barcelonsa vio por las redes sociales cómo otras deportistas llevaban a su hijo. Y ella se puso en movimiento: “Hablé con Alejandro Blanco, del COE, y nos movimos. También el COI me apoyó, y Tokio lo aprobó pero puso unas condiciones irreales”.

El grito de Ona no ha sido el primero de la familia olímpica. De hecho, entre restricciones y la pandemia, el comité organizador no había contemplado la entrada de bebés de madres lactantes hasta que la jugadora de baloncesto de Canadá, Kim Smith Gaucher, sentenció con una frase dicotómica en sus redes: “Ser una madre lactante o ser una atleta olímpica”. Ese mensaje hizo saltar la alarma en un país donde todo se analiza al milímetro. Tokio rectificó: “Después de una cuidadosa consideración de la situación única que enfrentan las atletas con niños lactantes, nos complace confirmar que, en caso de ser necesario, los hijos podrán acompañarlas a Japón", dijo el comunicado.

El escrito del COI levantó ampollas. La futbolista estadounidense Alex Morgan cogió una frase: “Todavía no estoy segura de qué significa 'en caso de ser necesario'. ¿Eso lo determina la madre o el COI (Comité Olímpico Internacional)? Somos madres olímpicas y les decimos: es NECESARIO”. Finalmente, hay varias atletas que han podido llevar a sus hijas, pero no será el caso de Ona y otras, que primero critican la falta de previsión y, segundo, las medidas excepcionales que son inaccesibles.