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JUEGOS OLÍMPICOS

El deporte madrileño, a tres meses de "ilusión" para Tokio

Fernando Carro y Niko Sherazadishvili, dos de los buques insignia de Madrid en los próximos Juegos Olímpicos, analizan la cita para As.

El deporte madrileño, a tres meses de "ilusión" para Tokio
PEPE ANDRESDIARIO AS

Un año después de lo previsto, pandemia mediante, el deporte madrileño ya divisa tierra en el horizonte. La de Tokio, donde en algo más de tres meses, exactamente en 98 días, darán comienzo al fin los Juegos que el virus nos negó en 2020.

Hasta ahora un total de 13 deportistas de la Comunidad han conseguido una plaza nominal o una mínima para la cita en ocho disciplinas distintas. Muchos otros aspiran a unirse a ellos, consiguiendo el billete en alguna de las competiciones que quedan o siendo elegidos para formar parte de las selecciones que representarán al país en los deportes de equipo (el baloncesto, el hockey hierba el balonmano y el waterpolo están clasificados en ambos sexos; en fútbol solo los chicos). Dos que formarán parte del contingente son Fernando Carro, con mínima en 3.000 obstáculos, y Niko Sherazadishvili, el mejor judoca del mundo en -90 kg.

"A menos de 100 días ha vuelto la ilusión", apunta el siempre optimista Carro (29 años), de Canillejas. "Es real, los Juegos son tangibles y todos los que te quieren te apoyan y te hace estar enfocado", añade, y reconoce que le ha costado digerir la incertidumbre de los últimos meses: "Ha pasado un año más y hemos sufrido un montón de vaivenes. He tenido la sensación de la resaca de la ola". Lamenta la postergación de la cita olímpica, porque cree que el año pasado era su momento: "Con la fuerza que salí del confinamiento, me hizo estar muy bien en la época en la que se hubiesen celebrado. Podría haber estado cerca de la medalla". Pero tampoco renuncia a soñar, aunque tenga claro cuál es el objetivo más "realista": "Este año llegamos todos en igualdad de condiciones y mi objetivo es estar en la final olímpica, entre los ocho primeros. Un diploma sería fantástico. ¿Soñar? Es gratis. Lo he vivido mil veces en mi mente y fantaseo con ello cuando estoy de bajón". "Si estos Juegos van a aportar luz a la sociedad, yo tengo que contribuir a ello dejándolo todo, siendo competitivo", sentencia. ¿Y el público? "Al menos espero que haya japoneses, que ya sabemos lo educados y cordiales que son".

Sherazadishvili (25 años), nacido en Georgia pero desde hace tiempo un oriundo más de la región (vive y se entrena en Brunete), participará por primera vez en unos Juegos. Por eso, aunque la situación le vaya a impedir disfrutar la experiencia completa, está también "muy ilusionado". "Me adaptaré a todos los protocolos que sean necesarios para cumplir nuestros sueños, que son olímpicos", promete. "Lo más importante es que podremos competir". Que Japón, cuna del judo, sea la sede del evento le da cierta excepcionalidad a su disciplina en esta edición. Él suele pasar allí un tiempo cada año, pero esta vez será más complicado: "Por la situación del país, las universidades no nos recibirían. Así que intentaré ir ocho días antes para adaptarme al cambio horario". Antes de Tokio estará "en los Europeos", del 16 al 18 de abril en Portugal, y "los Mundiales", del 6 al 13 de junio en Hungría. "Me vendrá bien para probar mi nivel y mantenerme en el peso. Son dos campeonatos importantes y quiero hacerlo bien. No puedo ir con el miedo a una lesión".

Apoya en el camino a los Juegos la Fundación Madrid por el Deporte, que este año tiene entre sus becados a Carro (también a otros como Jesús Tortosa o Sara Saldaña, que podría ir). Laura Muñoz, responsable del Área de Deportes, asegura que ayudan "en lo económico y en todo lo que se puede". "Y ellos a nosotros también, es mutuo. La idea es que tengan una referencia a la que acudir y esperamos seguir siéndolo durante muchos años", cierra.