Prohibido protestar en Tokio
El COI castigará los gestos políticos en cualquier instalación olímpica. No estarán permitidos los gestos con las manos, ni arrodillarse en el himno.
EI Comité Olímpico Internacional quiere unos Juegos de Tokio sin sobresaltos, en medio de un panorama internacional convulso y con una crisis abierta por la suspensión de Rusia por amparar el dopaje. El Ejecutivo del COI y su Comisión de Deportistas, reunidos hoy en Lausana (Suiza), dieron luz verde a un documento que especifica y aclara el alcance de la famosa norma 50 de la Carta Olímpica. Aquella que dice: “No se permitirá ningún tipo de manifestación ni propaganda política, religiosa o racial en ningún emplazamiento, instalación u otro lugar que se considere parte de los emplazamientos olímpicos”.
Desde que Tommie Smith y John Carlos protestaron en México 1968 por la segregación racial y metieron el Black Power en los hogares de medio mundo, los deportistas son conscientes de que los Juegos, un espacio sagrado de convivencia, son un un escaparate inigualable. Así lo entendió Feyisa Lilesa en Río 2016. El etíope, plata en la maratón, entró en meta cruzando sus muñecas en alto para denunciar la persecución de su gobierno a la etnia Oromo. En agosto pasado, el tirador de esgrima de EE UU Race Imboden hincó su rodilla en el podio de los Panamericanos para quejarse de las políticas de Donald Trump, a la manera del exjugador de la NFL Colin Kaepernick. Y en los Juegos de Pyeongchang, el equipo ruso de hockey hielo, que ganó el oro bajo bandera neutral, entonó su himno en el podio desafiando al COI, que no actuó entonces.
Los incumplimientos serán evaluados por los respectivos comités olímpicos nacionales, las federaciones internacionales y el COI que podrían, incluso, expulsar a los rebeldes.