QATAR 2022 (E) | JAPÓN - ESPAÑA
La Roja más ambiciosa
España busca ser líder de grupo pese a que como segunda evitaría a Brasil en los cuartos de final. Luis Enrique deja ver que mantendrá a Busquets en el once pese a tener una amarilla.
Prohibido especular, ese es el lema. No hace falta tatuárselo a los jugadores, Luis Enrique está convencido de que el camino más directo hacia el trofeo de campeón es ganar todos los partidos. Por eso no quiere ni oír hablar de ser segundos para evitar a Brasil en cuartos de final y disfrutar así de un cuadro más benévolo (sigue el partido de hoy en directo en As.com). Su única cumbre es Japón, a cuyos jugadores define el seleccionador español como “dinámicos, rápidos y pesados”. Mi curiosidad es cómo tradujeron eso de “pesados” a los periodistas nipones presentes ayer en la rueda de prensa.
Es cierto que la velocidad es su seña de identidad, pero falta por ver qué Japón se medirá hoy con España: la que sorprendió a Alemania (1-2) o la que cayó ante Costa Rica (1-0) en un partido plomizo que disparó las críticas hacia Hajime Moriyasu. Sus cambios respecto al primer partido no dieron fruto, aunque alguno de ellos estuvo condicionado por el estado físico. Fue el caso de Takefusa Kubo, que no tiene garantizada su vuelta al once, y a quien se unen dos dudas más, las del lateral derecho Hiroki Sakai y el centrocampista Wataru Endo, vital en el equilibrio del equipo.
Moriyasu saldrá con todo, no le queda otra, y Luis Enrique hará lo mismo aunque se daba por seguro que Busquets iniciaría el partido en el banquillo ante el riesgo de que una amarilla le deje fuera de los octavos de final. “No vamos a especular con ningún jugador”, respondió Lucho al ser preguntado sobre la posibilidad de reservar al centrocampista azulgrana, ya saben, el único campeón del mundo en esta selección. Su relevo natural, Rodrigo, que ha actuado como central en los dos partidos disputados, arrastra molestias y quizá eso contribuya a aguardar hasta última hora para definir el once que salte al césped del Khalifa Internacional.
Luis Enrique ha estudiado bien a Japón, ese dinamismo del que habla no es otra cosa que una presión continua sobre el rival, algo que también conoce Luis de la Fuente, seleccionador español Sub-21 y olímpico. Hace un año, en Tokio, España batió en semifinales a la selección nipona, diez de cuyos jugadores están hoy en este Mundial con la absoluta. Asensio, cuya zurda nos llevó a la final, podría abandonar esta noche la posición de falso nueve en beneficio de Morata, que suma dos goles saliendo del banquillo.
La duda es si el balear saldrá del once titular o encontrará acomodo en una de las bandas, con lo que Ferran Torres y Dani Olmo deberían disputarse la otra. El del Leipzig viene de cuajar un extraordinario partido ante Alemania y es el jugador del Grupo E que ha participado en más secuencias de jugada que acaben en remates (14) o goles (4).
Unos metros más atrás y al margen de quién maneje el barco, Busquets o Rodrigo, surge otra duda. Gavi sufrió ante Alemania un golpe en la rodilla y no se ha entrenado al mismo ritmo que sus compañeros. A sus 18 años, el sevillano se ha convertido en uno de los atractivos de La Roja. Juega y destruye a partes iguales como bien deja claro su hoja de servicios: es el internacional español con más faltas cometidas (4) y recibidas (7) en el campeonato.
De no estar al cien por cien, será Koke quien forme de inicio en un duelo en el que la paciencia será un bien preciado. Japón aguardará atrás, así que habrá que exprimir esa magia en el pase que cautiva a propios y extraños, ahí está el Tata Martino como último ejemplo. Pasar mucho (1.679 pases en dos partidos) y pasar bien (91%) no se aprende en dos días. En esos dos apartados somos líderes del Mundial. Ahora solo queda pasar a octavos como primeros y que sigan hablando bien de nosotros.
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