España, líder en Europa y candidata a ganar el Mundial 2026

España se llevó el último Campeonato de Europa eliminando a cuatro campeones del mundo: Italia, Francia, Alemania e Inglaterra, en la final de Berlín. Y lo hizo dando un recital de fútbol. En este momento, La Roja es tercera de la clasificación FIFA, echándole el aliento en el cogote a Argentina y Francia. Pero lo mejor de todo es que ha conseguido este nivel asombrando a los rivales con su fútbol ofensivo y alegre, con una ambición que no tienen los demás. El éxito en la última Nations League se confirmó en la Euro. Nadie tiene duda de que España es en este momento el mejor equipo del continente.

Este éxito tiene mucho más mérito si se pone en perspectiva. La Selección venía de fracasar en el último gran torneo, el Mundial de Qatar. Allí fue eliminada por Marruecos. Entonces comenzó una reconstrucción con un nuevo técnico, Luis de la Fuente, que le ha dado la vuelta al equipo en un tiempo récord. En apenas dos años y en solo 25 partidos, Luis de la Fuente, además de haber ganado la Nations League y la Eurocopa, ha conseguido algo más importante: ha hecho de su bloque un equipo temido. Más allá de los números, lo que hay que valorar de verdad es el brillo que el técnico riojano, que ya venía de tener éxitos con la Sub-21, le ha dado al juego de la Selección. De la Fuente ha transformado un equipo sin personalidad en una escuadra vistosa, vertical, competitiva y ganadora.

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Su éxito tiene una explicación: De la Fuente ha sabido trabajar el producto de temporada. Detectó que España tiene las mejores bandas de Europa (y puede que del mundo) y mezcló a Carvajal y Lamine Yamal por la derecha con Cucurella y Nico Williams por la izquierda. Estos cuatro jugadores, junto con Rodrigo, reciente Balón de Oro, fueron la clave en Alemania. Luis de la Fuente supo adaptarse a sus futbolistas y creó un esquema para ellos. Nunca tuvo la tentación de incrustarles un sistema por encima de su propio talento. Esta es una tendencia de los técnicos-estrella, que creen que los equipos ganan por su pizarra y no por el talento de sus jugadores. De la Fuente representa justo lo contrario.

En su caso todo adquiere una dimensión mayor si se toma en cuenta que es un entrenador que jamás ha trabajado en un club, sino que solo lo ha hecho en la Federación. Alcanzó el grado de seleccionador pasados los 60 años, pero con un conocimiento profundo del fútbol de cantera, del que se nutrió en las categorías inferiores. Esa trayectoria le ha ayudado a conseguir en apenas 24 meses lo que otros no lograrían ni en dos vidas: hacer de la Selección un equipo. Pero, además de todo lo anterior, detrás de sus brillantes resultados hay mucho trabajo y pocas florituras. Otros técnicos que alcanzan la condición de seleccionador absoluto apenas se dejan ver por los grandes estadios y en los grandes momentos. De la Fuente y su equipo son prácticos y profesionales. Santi Denia, seleccionador Sub-21, es un habitual en estadios como Butarque, Vallecas o Zorrilla. Después, cuando jugadores como Mingueza aparecen en la lista de la Selección, son una sorpresa para casi todos menos para ellos, los seleccionadores, que les tienen bajo su lupa.

Pero para alcanzar estas cotas de éxito también se precisa suerte. Como lo es que en la presente Selección hayan coincidido una generación de jóvenes jugadores extraordinarios. Generalmente talentos así aparecen poco a poco, a veces de mucho en mucho. Con la llegada de Lamine Yamal, Nico Williams, Gavi, Fermín o Cubarsí, España se ha convertido en un equipo temible que llegará a la próxima gran cita, el Mundial de Estados Unidos dentro de solo dos años, como una de las candidatas al título. Si sigue con su actual progresión, nada es imposible.