La venta, del Leganés, una ‘palanca’ para agitar los fichajes
El proceso de venta hibernó el ritmo normal en el que se tendrían que haber producido las incorporaciones de no haber mediado cambio de dueños.
El Leganés está a un paso de cambiar de dueños. Literal. En las próximas 24-48 horas se espera que se ejecute la firma definitiva. Mientras ambas partes revisan los contratos con fruición, el mercado de fichajes espera el desenlace definitivo para comenzar a operar con normalidad en Butarque. La maquinaria blanquiazul lleva tiempo al ralentín. Con el motor en marcha, pero sin pisar a fondo.
El desenlace de la venta debería ejercer de palanca para comenzar a ejecutar las primeras incorporaciones de un proyecto que, más allá de potenciales revoluciones por el cambio de dueños, necesita una media de diez fichajes simplemente por la situación en la que quedó la plantilla con el final de la temporada. Actualmente sólo hay 15 jugadores con contrato y algunos de ellos cuentan con escaparate en el mercado. No sería descabellado pensar que atraerán interés de otros equipos. Resumiendo: también podría haber salidas.
Así pues, el panorama es el de un verano agitado. Nada nuevo al sur de la capital, donde los movimientos suelen ser costumbre. En el global de la recién acabada campaña, por ejemplo, el Leganés incorporó un total de 14 fichajes entre el mercado estival e invernal. Lo que sí está resultando llamativo es el tiempo de demora con respecto a las incorporaciones teniendo en cuenta los plazos del pasado curso.
Un mes sin fichajes
Los pepineros lograron la salvación matemática el 21 de mayo, fecha a partir de la que se pudo comenzar a planificar sin riesgos el curso siguiente. En verdad el equipo logró la continuidad virtual en la categoría aún antes, es decir, que el inicio de las operaciones pudo incluso haberse adelantado. Sin embargo, el proceso de venta hibernó esa hipotética ventaja temporal hasta disiparla. Un mes después el Leganés aún no ha anunciado ningún fichaje de jugadores y sus únicos movimientos de mercado han sido la llegada de Idiakez al banquillo y la renovación de Sergio González.
Sirva como ejemplo que hace un año, el Leganés terminó la temporada el 6 de junio (derrota 1-2 ante el Rayo en la primera fase del playoff) y el primer fichaje (Xavi Quintillà) no llegó hasta el 9 de julio. Esto es, un mes y tres días después. No muy diferente en cuanto a los plazos actuales, pero con grandes diferencias reales. Si al finalizar curso hace doce meses el Leganés no sabía aún si sería de Primera o de Segunda, este curso contaba con la certeza de la categoría en la que competiría semanas antes incluso de conseguirla matemáticamente. De ahí que los tempos, aun siendo similares, sean muy diferente.
Lo que no ha dejado de hacer la dirección deportiva del club es contactar con potenciales futbolistas que interesan y que, desatascada la venta, podrían empezar a engrosar las nóminas de fichajes. Conocido es que interesa Belman (portero ex del Fuenlabrada) o que Rober Ibáñez vuelve a estar en el radar para su cuarto retorno a Butarque.